EL MUNDO – 11/01/16
· Mariano Rajoy no dejará «pasar ni una sola actuación que vaya en contra de la Ley». Con estas palabras, que cuentan con el respaldo de los líderes de PSOE y Ciudadanos, el presidente del Gobierno en funciones advirtió con contundencia al nuevo president de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, y a los miembros de su futuro Ejecutivo.
Rajoy evidenció con su comparecencia a las 20.30 horas, incluso antes de que finalizase en el Parlament el pleno de investidura del nuevo presidente catalán, la alarma que suscitó en La Moncloa el discurso de Puigdemont, quien anunció su intención de emprender de manera inmediata el camino de la ruptura y que finalizó su última intervención ante el pleno con un Visca Catalunya lliure.
El presidente del Gobierno contactó en el transcurso de la tarde con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, a quienes informó de su decisión de emprender cuantas acciones sean oportunas para impedir que prospere el desafío independentista.
De ambos recibió, según aseguró él mismo, un apoyo sin fisuras. También intentó mantener una conversación con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, pero no fue posible. Rajoy aseguró que hoy intentará de nuevo contactar con él.
En cualquier caso, la maquinaria jurídica del Estado está en alerta a la espera de cualquier paso que contravenga el orden constitucional o las sentencias de los tribunales. Rajoy dio ayer instrucciones a la Abogacía del Estado para emprender de inmediato las acciones oportunas a fin de cortar de raíz cualquier intento de avanzar por la vía de la secesión.
A ello se suma, además, la posibilidad que tiene ahora el Tribunal Constitucional de actuar contra aquellos que desobedezcan sus sentencias, especialmente la dictada el pasado 2 de diciembre, cuando declaró nula la resolución del Parlament que pretendía dar por iniciado el proceso independentista. El TC, de acuerdo con la última reforma de la ley por la que se rige, puede incluso llegar a inhabilitar a las autoridades que incurran en desacato.
Pese a que el Gobierno central se encuentra en funciones, está legitimado para ello, máxime si se trata de asuntos que puedan afectar al interés general o ser considerados graves o urgentes, tal y como señala la Ley del Gobierno, y en este paquete se incluyen las medidas que vulneren la soberanía nacional, contradigan la Constitución o desacaten las sentencias del Tribunal Constitucional. Así, el Ejecutivo, incluso, llegado el caso, podría activar la vía del artículo 155 de la Constitución en virtud del cual podrían suprimirse competencias de la autonomía catalana.
«Preservaremos todo lo bueno que hemos conseguido juntos», aseguró Rajoy, haciendo referencia a la historia en común de todos los españoles. «Ni se va a abrir un proceso constituyente» ni se crearán estructuras de Estado, es decir, instituciones catalanas propias, al margen de la ley, avisó.
«La sociedad española está unida», añadió, en el empeño de defender la Constitución e impedir la división del Estado. Algo muy distinto a lo que, en su opinión, sucede en Cataluña, donde las fuerzas independentistas, obviando la voluntad de un 52% de los catalanes, han optado por un camino que fractura a la ciudadanía.
«La democracia sigue teniendo la misma fortaleza de siempre», aseguró el presidente, «aunque el actual Gobierno esté en funciones». Y en ese sentido, insistió en que seguirá defendiendo el Estado de Derecho «con toda firmeza», o, lo que es lo mismo, sin cerrar en este empeño ninguna posibilidad.
EL MUNDO – 11/01/16