Unos setenta miembros de Aldaketa se reunieron en el palacio Miramar de San Sebastián para aprobar los estatutos de esta asociación que reúne a alrededor de doscientos ex políticos, ex sindicalistas e intelectuales vascos.
La plataforma ciudadana Aldaketa-Cambio por Euskadi culminó ayer su proceso de creación con su constitución como asociación cultural y la elección de su junta directiva, que estará presidida por Joseba Arregi, ex consejero de Cultura del Gobierno vasco y ex militante del PNV. El ideario del nuevo colectivo defiende una nueva forma de hacer política para Euskadi y la necesidad de una alternativa al nacionalismo vasco gobernante.
Unos setenta miembros de Aldaketa se reunieron en el palacio Miramar de San Sebastián para aprobar los estatutos de esta asociación que reúne a alrededor de doscientos ex políticos, ex sindicalistas e intelectuales vascos. Ocho personas compondrán la ejecutiva, que tendrá como secretario y ‘número dos’ a Imanol Zubero, fundador de Gesto por la Paz y profesor de la Universidad del País Vasco.
Arregi leyó un manifiesto fundacional que reclama un «cambio en la gestión de las instituciones vascas» y anima a los ciudadanos a utilizar su voto para hacer posible la alternativa al nacionalismo. El texto insiste en desmarcar a Aldaketa de la órbita de cualquier partido y precisa que «todo el pensamiento político no se agota» precisamente en las formaciones políticas.
Arregi explicó que la plataforma trabajará con un «horizonte a medio plazo» ya que, «si bien la alternancia política puede tener su momento álgido en unas elecciones, la materialización de su significado requerirá más tiempo».
También intervino el ex consejero socialista vasco de Educación y Justicia José Ramón Recalde, que consideró que uno de los principales «problemas» de Euskadi es que la sociedad vasca está «muy poco vertebrada y poco integrada» en el conjunto de España. Recalde, que sobrevivió a un atentado de ETA en 2000, destacó que se ha implicado en esta nueva iniciativa «con una ilusión juvenil» y «empujado por las víctimas» de la violencia.
EL CORREO, 19/12/2004