IGNACIO MARCO-GARDOQUI-EL CORREO

  • Los miembros del Ejecutivo central ejercen a la vez de Gobierno y de oposición: dos por uno

Si usted es uno de esos estrictos exigentes que critican con amargura al gobierno, siento decirle que se equivoca de plano. Nada de eso. Es más, creo que deberíamos duplicarles el sueldo, a la vista del trabajo que se toman. Se habrá dado cuenta ya de que ejercen a la vez de Gobierno y de oposición. Todo por el mismo precio. Dos por uno. Vamos, todo un chollo.

En estos días se ha visto con claridad esa confluencia de posturas con el caso del penoso rapero. Por cierto, ¿cuántos discos vende este homínido sin romanizar pero bien dotado para la zafiedad? Hay unos miembros del gabinete que aplauden, arropan y animan a los violentos callejeros que destrozan el mobiliario urbano (todo el combo de Podemos dirigido por el maestro Pablo Echenique) y otros que mandan a los policías encargados de evitarlo (Fernando Grande-Marlaska).

Pero existen muchos y mejores ejemplos de su desempeño. El principal es el que une la defensa del carácter plenamente democrático de nuestra sociedad y la intolerable utilización de la violencia (Pedro Sánchez, el viernes por fin) y quien encuentra graves carencias democráticas en nuestra presunta normalidad (Pablo Iglesias).

Hay mucho casos más. Por ejemplo, el abigarrado grupo que forman quien se encarga de someter a control a la deuda pública, ir con cuidado en la Reforma Laboral y no subir más el salario mínimo (Nadia Calviño), con quien propone que la condonen (Cristina Narbona) y quien directamente pide que no se pague, que se derrumbe la reforma y se suba el salario mínimo (Pablo Iglesias y Yolanda Díaz). O quien trata de recomponer las deterioradas cuentas del sistema de pensiones (José Luis Escrivá cuando castiga a las familias numerosas) y quien aumenta el gasto con revalorizaciones innecesarias (el mismo José Luis Escrivá)

Quien clama por la libertad de expresión, incluso para los que amparándose en ella llaman a cometer asesinatos de políticos o injuriar al Rey (Pablo Iglesias y otros muchos) y quien entiende que es necesario someter a control a los medios de comunicación (Pablo Iglesias también). Quien autoriza la Operación ‘Esperanza Mediterráneo’ con 2.300 personas entre personal sanitario, asistencial, jurídico y policial, seguida por 700 periodistas acreditados de 140 medios (La Vanguardia, agosto de 2019) para salvar a los inmigrantes que venían en el barco ‘Acuarius’ y quien pasa de los inmigrantes que llegan en masa y se agolpan en el muelle de Arguineguín en las Canarias.

Quien se apoya en Madrid sobre los independentistas para sacar adelante los presupuestos (Adriana Lastra y María Jesús Montero) y quien se ve sometido a un cordón sanitario en Cataluña (Salvador Illa hasta hace dos días). Quien no se le cae de la boca la apelación a la excelencia en Ciencia y Educación (Pedro Duque), quien machaca la enseñanza concertada (Isabel Celáa) y quien la apoya mandando a ella a sus propios hijos (la misma Isabel Celáa y tantos otros)

Quien esta obligado a defender el sistema constitucional (todos en general y Pedro Sánchez en particular) y quien opina que hay que derribar la Constitución (todos los de Podemos). Quien se opone a la existencia de paraísos fiscales y persigue a quienes se marchan de España a tributar (María Jesús Montero) y quien negocia un acuerdo con Gibraltar que permite la existencia en la península de uno de los más activos de Europa (Arantza González Laya). Quien se queja del precio alcanzado por la electricidad durante los fríos polares que trajo la borrasca Filomena (Pablo Iglesias e Irene Montero) y quien se encarga de establecer y gestionar el sistema tarifario (Teresa Ribera). Quien se encarga de mantener buenas relaciones con los vecinos (otra vez Arantza González Laya) y quien se encarga de envenenarlas cada vez que tiene ocasión (otra vez Pablo Iglesias con Marruecos o los EE UU)

Quien se encarga de recomponer el sector del Turismo, atrayendo a visitantes (Reyes Maroto) y quien opina que es un sector sin valor añadido, perfectamente prescindible (Alberto Garzón). Quien propone una nueva ley de Igualdad (Carmen Calvo) y quien se opone a ella, por querer sobrepasarla (la propia ministra de Igualdad, Irene Montero).

¿Ve cómo es usted tremendamente injusto/a? ¿Qué si, en consecuencia, se va a romper el Gobierno? Vaya pregunta más tonta, le tengo dicho cien veces que con las cosas de comer no se juega.