- Urge que este Gobierno se vaya, pero no solo los ministros, sino esta generación de aventureros políticos que han puesto a España al borde del abismo
La generación de socialistas que nos gobiernan, probablemente la peor en décadas, ha decidido armarse un lío de sofistas de serie B para mezclar el concepto de verdad con el de realidad y viceversa. Lo cierto es que el actual Gobierno, y muy especialmente el ministro reprobado, Bolaños, tiene una mala relación con la realidad. Esa es la razón por la que le parece sectaria la iniciativa del PP de crear una comisión de investigación en el Senado para aclarar la putrefacción moral que carcome al actual Gobierno, hasta el punto de llegar al propio presidente, mientras que le resulta una gran idea la que ellos proponen en el Congreso. Mienten, pero además quieren que los demás compremos y aceptemos sus mentiras. La realidad, Bolaños, ministro reprobado –por cierto, esto no es un insulto, es un hecho objetivo–, es muy terca. La realidad sigue existiendo, aunque Sánchez mienta y sus televisiones lo amplifiquen.
Además de esa mala relación con la realidad, los socialistas de Sánchez también tienen una pésima relación con el Derecho constitucional. Lo peor de todo es que quien ayer evidenció semejante pecado fue un tal Antonio Magdaleno, que resulta que es profesor de la materia. El senador es un socialista navarro que se ha permitido hacerle una enmienda a la totalidad a la democracia española al decir: «Señorías, con su mayoría absoluta están provocando una deslealtad constitucional sin precedentes». Vamos a ver, Magdaleno, ahora resulta que la mayoría absoluta en democracia, expresión de los votos del pueblo, es desleal y perder las elecciones y pactar con golpistas y partidos procedentes del terrorismo para obtener el poder eso sí es leal.
Estamos en una emergencia democrática. Urge que este Gobierno se vaya, pero no solo los ministros, sino esta generación de aventureros políticos que han puesto a España al borde del abismo. Y, ojo, podemos caer por el despeñadero. Con tipos como Bolaños, el reprobado, y Magdaleno cualquier cosa puede ocurrir, sobre todo por su mala relación con la realidad.