EDURNE URIARTE, ABC – 24/03/15
· Sí, vuelvo a mi propia obsesión, no hay manera de ganar en política sin una clara identidad y sin liderazgo de esa identidad.
Como al Madrid que perdió en Barcelona, según Hughes en su artículo de ayer. Totalmente de acuerdo con Hughes, al Madrid le faltaron, le faltan, dogmatismo y obsesión. Y a la derecha que ha caído estrepitosamente derrotada en Andalucía. Obsesión por ganar, por liderar, por tener razón, por ser el mejor, llamémosle pasión, si se quiere, que suena mejor, pero le hará falta y mucha a la derecha para mejorar sustancialmente los resultados en las Generales.
Cuando la derecha arregla la gestión, saca a España del abismo inminente, como en este caso, la sociedad española, que es sociológicamente de izquierdas, vuelve a lo suyo, a votar lo que le gusta, a los que le dicen lo que quiere oír. Y ni es suficiente la gestión eficaz, no hay más que ver el premio al desastre socialista andaluz, ni vale aquello de no querer molestar ni excitar la intolerancia progresista que tanto practica nuestra derecha.
Cierto que la derecha se enfrenta a varias dificultades que no tiene la izquierda. No sólo que el discurso de la responsabilidad sea antipático y más en tiempos de auge populista. Aún peor, le falta apoyo en la élite periodístico-intelectual. Y esto es casi peor que tener al coladero de portero que tiene el Madrid. Si hiciéramos una encuesta entre los periodistas y columnistas de los principales medios de izquierda y de derecha de España, me juego el cuello a que el resultado sería más o menos el siguiente: el 80 por cien de los periodistas de los medios de izquierdas se definirían de izquierdas mientras que no llegarían al 30 por cien los que abrazarían la denominación de derechas en los medios de la derecha.
No hay más que ver el entusiasmo con el que han recibido al centrista, progresista o proabortista (entre otras cosas) Ciudadanos algunos de los que reprochan a Mariano Rajoy su centrismo, su moderación, su incumplimiento con la ley del Aborto, sus excesos socialdemócratas en materia de impuestos, etc. Pasó exactamente lo mismo con UPyD, encandiló a la derecha, por fin unas siglas progresistas para que votara la derecha a la que le avergüenza serlo. Los líderes de opinión de este país se abrazan a cualquier sucedáneo de la derecha mientras no se llame derecha y, además, proclame reivindicaciones progresistas.
Y así es como ganar en el Bernabéu con una buena parte del estadio avergonzada de ponerse la camiseta blanca. Si, además, tienes unos cuantos descerebrados que te pitan a Cristiano Ronaldo, de esos hay muchos en la derecha, tienes los apoyos perfectos para perder. Por lo que más te vale poner «la mente obsesiva» que dice Hughes. En los once jugadores y en el entrenador. No te vale la mente obsesiva de Cristiano y de Sergio Ramos, los únicos que la tienen, junto a, quizá, Pepe y Carvajal. A la derecha le hace falta una sobredosis de obsesión, la única manera de que los seguidores se pongan la camiseta y los descerebrados de los pitidos a Cristiano se vayan a otro estadio.
Sí, vuelvo a mi propia obsesión, no hay manera de ganar en política sin una clara identidad y sin liderazgo de esa identidad. No puedes pretender que los demás se pongan la camiseta si no te la pones tú antes. O sea, que acabo en Simeone, supongo, pero dejemos al Atlético de Madrid que el domingo quien perdió fué el PP en Andalucía. Y el Madrid en el Nou Camp. Por déficit de obsesión.
EDURNE URIARTE, ABC – 24/03/15