Luis Ventoso-ABC
- El estirón de Illa nada cambia; noche gris para la unidad de España
Ningún español preocupado por el buen futuro de su país se habrá quedado con buen cuerpo tras este 14-F de mucho virus y poca participación. El PSC da un gran estirón con el cacareado ‘efecto Illa’ y casi dobla sus resultados. Pero no se traducirá en nada de cara a afianzar la unidad nacional. Al revés, el separatismo está hoy más robusto. Unas conclusiones rápidas:
-A más jabón, más independentismo. Los ‘efectos ibuprofeno’, las ‘mesas de diálogo’, las ofertas de indultos y reformas a la carta del Código Penal, las primas económicas a costa de otras regionales, las constantes lisonjas a los más tenaces enemigos de España… todo ese entreguismo solo ha servido para darles alas. El separatismo está empatado en cabeza y tiene cuatro escaños más que hace cuatro años. Gran éxito para España de la ‘Operación Diálogo’ de Sánchez.
-La propaganda oficialista a chorro y controlar las televisiones funciona. Buena noche para los partidos de Pedro y Pablo. El Gobierno que ha firmado la mayor caída del PIB en Europa y que ha gestionado pésimamente la pandemia (cuartos del mundo en muertos por millón) ve como sus dos formaciones salen airosas: el PSC se convierte en el más votado, aunque casi empatado con ERC, y Podemos se mantiene.
-Cataluña es políticamente un caso clínico. Han vuelto a apoyar con fuerza al partido del líder del golpe de 2017, Junqueras, que los engañó además con las consecuencias económicas del ‘procés’, y al del prófugo de Waterloo, que presentaba como candidata a una dirigente enfangada en un caso de corrupción de libro. De propina, dobla sus votos la CUP, un partido de un radicalismo tan histriónico que casi resulta de tebeo de Tintín. La fuga de empresas e inversiones no ha hecho recapacitar a la mitad de los catalanes.
-Ciudadanos: este cuento se acabó. Primero fue la espantada de Arrimadas en Cataluña. Después la pérdida de su plus carismático, Rivera. Y el tercer clavo, girar para apoyar a Sánchez. Descalabro total. Próxima parada: UPyD. Una suave ruta hacia la irrelevancia y, tal vez, la disolución.
-Abascal golea a Casado. Le ha metido un 11-3. Es cierto que el PP ha competido con el lastre de todo el cañón mediático del Gobierno apuntando al fango de Bárcenas. Pero aun así sus resultados son muy malos. Los votos mandan en democracia y el PP necesita claramente un revulsivo, porque a día de hoy no se le ve capaz de ganarle unas elecciones al PSOE en 2022. ¿Una solución a lo PNV? ¿Casado presidente del partido y Feijóo candidato? Esta vez el hombre de las cuatro mayorías absolutas consecutivas diría sí. Otra baza es Almeida, un político que gusta al público.
-Dos obviedades de cierre: 1) La derecha desunida siempre será vencida. 2) España perderá a medio plazo Cataluña si no hay un giro drástico para dar de una vez la batalla educativa, mediática y cultural.