A Sánchez le estalla el desafío catalán

El Correo-NURIA VEGA

Casado y Rivera convocan una manifestación en Madrid «para echarle» por sus «cesiones» al independentismoConvulsión en el PSOE. Barones y dirigentes socialistas se rebelan contra la figura del ‘relator’ para CataluñaUrkullu se descarta como mediador,

El PP vuelve a recurrir a las movilizaciones ciudadanas, como ya hizo durante la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, para ejercer la oposición. Esta vez, sin embargo, compartirá las calles con Ciudadanos y Vox. Las tres fuerzas de la derecha llamaron ayer a la ciudadanía a manifestarse este domingo en Madrid contras las «cesiones» de Pedro Sánchez al independentismo. Contra su «alta traición», elevó Pablo Casado.

El presidente del PP, Pablo Casado, a la izquierda, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, coincidieron en llamar a movilizarse contra Sánchez.

El agravio reside en el «relator» que contempla el Ejecutivo para supervisar el diálogo entre partidos en Cataluña. Una figura que el PP enmarca en los supuestos pactos ocultos entre Sánchez y las formaciones secesionistas y que entiende como una concesión al presidente de la Generalitat, Quim Torra, que había reclamado mediación para solucionar la crisis catalana. «Lo que está pasando ahora mismo en España es que el presidente del Gobierno es el mayor traidor que tiene nuestra propia legalidad, está cometiendo un acto de felonía, está siendo un felón contra la propia continuidad histórica de la democracia española y contra la dignidad de un país que no puede verse chantajeado por aquellas fuerzas independentistas que quieren su destrucción», llegó a subir el tono Casado. Pese a que la vicepresidenta, Carmen Calvo, intentó relativizar la relevancia de nombrar a alguien que «cooordine» una mesa de partidos catalana y negó que se trate de designar a un «mediador internacional», el PP sostiene que se ha abierto la «crisis más grave en muchos años». En concreto, Casado se remontó al 23-F.

Es por eso que los populares ni tan siquiera descartaron a primera hora de ayer una moción de censura contra Sánchez. Así se lo trasladó a ‘Efe’ el líder del PP. Horas después, en cambio, tuvo que admitir que, sin el PNV, los números no dan para promover con éxito ese instrumento parlamentario que ya se ha utilizado en dos ocasiones en esta legislatura. En 2017, Pablo Iglesias intentó descabalgar a Mariano Rajoy del poder. El año pasado, lo consiguió Pedro Sánchez. «Nosotro, si la presentamos, es para ganarla, no somos Podemos», argumentó. Tampoco Ciudadanos estaba por la labor de sumarse a una operación sin ninguna garantía.

Estrategia

Aun así, más allá de esta herramienta, Casado advirtió de que contactaría con representantes de otros partidos con la intención de liderar la oposición al Gobierno. Ayer mismo conversó con los dirigentes de Ciudadanos y Vox para unificar la convocatoria del domingo en Madrid. También telefoneó con el propósito de hacerles partícipes de la concentración a sus socios electorales de UPN, PAR y Foro Asturias, así como a Coalición Canaria.

Antes incluso de la intervención de Calvo en La Moncloa, desde su entorno anunciaron que Casado suspendía el viaje que tenía previsto realizar hoy a Atenas para participar en un encuentro de los populares europeos. Más tarde, él mismo explicó que su intención es «preparar las movilizaciones del fin de semana» y diseñar la estrategia parlamentaria de la próxima semana. No descarta tampoco ir a los tribunales si en Cataluña se estuviera cometiendo «prevaricación». El gesto denota la importancia que para el PP tiene mantener la voz hegemónica en la derecha. Es lo que los populares se juegan en las próximas elecciones ahora que C’s y Vox pugnan por el mismo electorado.

Resulta complicado distinguirse. Los discursos, de hecho, de las tres fuerzas políticas coincidieron ayer en la forma y en el fondo. Ciudadanos y el PP solicitaron, por separado, la comparecencia del presidente del Gobierno en el Congreso y llamaron a salir a la calle el domingo. Por un momento, surgió incluso la duda de si primero había convocado la concentración Rivera o Casado. El presidente de Vox, Santiago Abascal, se sumó después a través de Twitter: «Como siempre hemos hecho por encima de diferencias partidistas, Vox también convoca a todos sus simpatizantes y a todos los españoles a la gran movilización de este domingo en la Plaza de Colón. Hay que echar a este Gobierno traidor, que está preso de los golpistas».

Y este y no otro es el contexto en el que el PP volvió a pedir que se aglutine el voto en sus siglas en las próximas elecciones y en el que Casado sacó toda su artillería contra el Gobierno. En particular, contra Sánchez, a quien tildó, al menos, de «desleal», «traidor», «felón», «irresponsable», «mentiroso compulsivo», «incompetente» y «mediocre». «No son descalificaciones –negó–, son descripciones». Quizá la más relevante es la de «presidente ilegítimo». Casado advirtió incluso a los socialistas de la posibilidad de romper relaciones. «O convocan elecciones de inmediato o el PP no tiene absolutamente nada más que hablar con el PSOE».

En todo caso, la opción de una moción de censura fue desactivada por Rivera. «Sabemos contar escaños», afirmó el presidente de Ciudadanos para referirse a la dificultad de que la iniciativa prospere con el actual juego de mayorías en el Congreso. Aun así, el líder naranja mantuvo un tono muy duro contra Sánchez, a quien acusó de haberse «tragado entero el argumentario de los separatistas» y «humillado a España».