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La Audiencia Nacional permitió el acto, al considerarlo una mera expresión de opiniones

No querían la presencia de los medios de comunicación. Por eso, los jóvenes de Echarri Aranaz, alrededor de medio centenar, que participaron en el «Inutiyen Egune» (día del inútil) contra la Guardia Civil que se celebró ayer, aplazaron el «tiro al fatxa» hasta que se fueron los periodistas.

Pasaron directamente de la comida al pasacalles con una charanga, sin realizar el «tiro al fatxa». No obstante, en la plaza de la localidad tenían preparadas dos pancartas colgantes. Una en la que se representaban a agentes de la Guardia Civil, con un cerdo como rostro, un policía nacional, un ertzaintza y un agente de la Policía Foral, bastante mal dibujados. En la otra pancarta se veía un helicóptero de la Guardia Civil con el lema «Alde hemendik» («fuera de aquí») y la flecha de doble punta que representa al movimiento radical que promueve ese lema.

Durante el pasacalles formaron una fila con la que acosaron a los periodistas que habían acudido a la localidad. Insultos, empujones y lanzamiento de bebida contra ellos. Posteriormente se fueron al gaztetxe (casa de la juventud) hasta que se marcharon.

Esta estrategia se llevó a cabo a pesar de que el acto había sido permitido por la Audiencia Nacional. Según el juez Ismael Moreno, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 2, el «tiro al fatxa» es una mera expresión de opiniones arriesgadas que inquietan o chocan a diversos sectores de la población, por lo que descartó indicios de un delito de odio.