ABC 09/07/13
La Guardia Civil está convencida de que en un futuro próximo los abertzales incrementarán las acciones de desobediencia civil en todos los ámbitos: políticos, sociales y laborales. Una de esas estrategias se dirigirá específicamente contra cuarteles y comisarías. En el informe, al que ha tenido acceso este periódico, se le dedica un apartado. «La izquierda abertzale está valorando la posibilidad de dar un paso más dentro de las acciones desobedientes no violentas, en concreto dentro de la dinámica “Alde Hemendik” (Fuera de aquí), con la realización de escraches frente a los acuartelamientos, cuarteles y comisarías de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad».
La expulsión de militares, policías y guardias civiles del País Vasco y Navarra es una vieja reinvidicación de los proetarras que ya aparecía en la Alternativa KAS y se ha mantenido durante más de treinta años. Del inicial «que se vayan», pasaron a las movilizaciones contra los controles policiales antiterroristas en las carreteras. Ahora esa salida forma parte de las exigencias de ETA en una eventual «negociación técnica» con el Estado.
Jornada de lucha
Los sucesores de Segi, la organización Ernai, así como un supuesto movimiento popular (en realidad, todos los grupúsculos abertzales), intentaron institucionalizar el pasado 15 de junio una jornada de lucha convocando el primer «Alde Hemendik! Eguna», bajo el lema «No os queremos ni os necesitamos».
Ese día varios grupos de individuos se concentraron frente a 14 cuarteles de la Guardia Civil, lanzaron petardos, colocaron maletas de cartón vacías y exigieron la salida de los miembros del Instituto Armado del País Vasco. Esa jornada tiene, en cierto sentido, un respaldo formal por dos vías: por una parte, del Foro Social para impulsar el proceso de paz que recomendó recientemente «redimensionar el número y la función de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado»; y por otra, las proposiciones presentadas por EH Bildu en el Parlamento vasco en las que se insta a reducir el ámbito competencial y fijar los «criterios de repliegue».
Los acosos frente a los cuarteles y comisarías y ante los controles preventivos antiterroristas se avecinan como el siguiente paso de los abertzales.