El veto del PNV y la falta de apoyos en el PP en los últimos días -las dos formaciones pusieron como condición su marcha para iniciar contactos- han dinamitado las pocas opciones que tenía Elorza para volver a ocupar el cargo que aspiraba a encabezar como última legislatura.
Odón Elorza abandona «cualquier opción» de ser reelegido al calde de San Sebastián tras veinte años de gestión municipal. «No seré un obstáculo para evitar la búsqueda de soluciones que pudieran garantizar una fórmula que permita la gobernabilidad de esta ciudad y evitar que quede en manos de Bildu», señaló ayer el alcalde en funciones durante una rueda de prensa en la que anunció con serenidad su decisión de retirarse como aspirante a la reelección.
El veto del PNV y la falta de apoyos en el PP en los últimos días -las dos formaciones pusieron como condición su marcha para iniciar contactos- han dinamitado las pocas opciones que tenía Elorza para volver a ocupar el cargo que aspiraba a encabezar como última legislatura. Los 19.701 votos y el 22,64% de apoyo que logró Elorza el 22-M por detrás de Bildu, la formación más votada, le colocaron de un plumazo en una posición delicada. El primer edil responsabilizó en parte de su situación a la «obsesión enfermiza» del PNV y del PP de apartarle de la alcaldía. «El tono despectivo expresado hacia mi persona por el PNV y el PP y algunos más, les quiero decir que las derechas siempre juegan el papel de inquisición y que sus exclusiones son la consecuencia de una obsesión enfermiza y preocupante», denunció.
Rodeado por todo su equipo de gobierno, el regidor donostiarra en funciones anunció con serenidad que con este gesto espera propiciar negociaciones para evitar que Bildu gobierne el municipio. En todo caso, Elorza seguirá siendo concejal socialista y no descarta situarse como portavoz de la oposición. El tiempo dirá si después de 20 años en las trincheras se siente cómodo trabajando en la retaguardia.
No es el camino que Elorza imaginaba seguir para dejar la alcaldía tras una gestión de cinco legislaturas caracterizada por un personal estilo de gobierno que le ha llevado a oscilar entre cotas altas y bajas de popularidad. Elorza había anunciado durante la campaña su compromiso de no postularse a la reelección si no era el candidato más votado, y de no pactar con aquellos que quieran retirar la alcaldía al cabeza de la lista ganadora. Tocó cumplir con el decálogo de compromisos.
En el comunicado que leyó ayer, Elorza, que había defendido la legalización de Bildu y Sortu, afirma que la decisión estaba tomada desde que tuvo conocimiento «de la derrota del domingo», aunque su partido le pidió «un silencio prudente y no cerrar puertas» a llegar a acuerdos municipales.
La lista socialista al ayuntamiento donostiarra perdió el pasado domingo el apoyo de 8.000 votantes con respecto a 2007, lo que supone que el PSE tendrá siete concejales, cuatro representantes menos que hasta ahora. La falta de estímulo de los socialistas por la crisis y el «hambre de votar» de los seguidores de Batasuna tras no haberlo podido hacer en las municipales de 2003 y 2007 han pasado factura.
Al alcalde en funciones le preocupa el modelo de ciudad que ha defendido Bildu en su campaña. «Es una suma de errores y desconocimientos, mezcla de populismo y recetas de épocas anteriores que supondrán un grave retroceso y una vuelta atrás en la transformación de nuestra ciudad», advirtió.
Quedan en el aire, sujetos a posibles pactos, proyectos como el Metro de Donostialdea, la estación de autobuses de Atotxa y la capitalidad europea de la Cultura 2016, los últimos planes para San Sebastián que el regidor donostiarra ha liderado y que quedan en manos de quienes formen gobierno a partir del 11 de junio, fecha de constitución de los nuevos consistorios.
En alusión a la posible gestión de la coalición abertzale, contraria a muchos de los proyectos en marcha, Elorza pidió a la ciudadanía que esté alerta. «Habrá que estar vigilantes y adoptar una actitud de denuncia y resistencia ciudadana activa y democrática a sus pretensiones», concluyó.
20 años de recorrido
– En 1991 se convirtió en el primer alcalde socialista de San Sebastián gracias al PNV. Durante cinco legislaturas ha gobernado logrando pactos con PNV, EB y Aralar.
– Se le atribuye la modernización general de la ciudad, con proyectos como el Palacio Kursaal y la playa de la Zurriola, la ampliación del Museo San Telmo, la reforma del Teatro Victoria Eugenia y la regeneración de Tabakalera.
– Deja en el aire proyectos como el Metro de Donostialdea, la estación de autobuses de Atotxa y la capitalidad europea de la Cultura 2016.
– Considerado próximo al nacionalismo vasco, sus declaraciones públicas rompieron en más de una ocasión con la línea oficial con temas espinosos como la ilegalización de la izquierda abertzale y la detención de dirigentes de Batasuna.
EL PAÍS, 27/5/2011