EL MUNDO – 07/06/15
· Agrupaciones del partido denuncian la «manipulación engañosa» del plan de Mas y Junqueras.
En Unió no sólo se mueven los militantes independentistas; también lo hacen los que sí están de acuerdo con la estrategia de Josep Antoni Duran Lleida. La mayoría de agrupaciones del partido en la comarca de Anoia (Barcelona) han suscrito un duro manifiesto contra el plan soberanista de Convergència y Esquerra, en el que plantean la ruptura con quienes son sus socios desde 1979.
El debate sobre la secesión, con la crucial consulta interna del próximo sábado de fondo, está poniendo a prueba las costuras del partido. Como ya pasó en el PSC, en ICV y, en menor medida, en la propia Convergència, la división por motivos identitarios ha perjudicado la estabilidad de las formaciones catalanas.
Los independentistas de Unió, encabezados por Antoni Castellà, anunciaron el jueves que harán campaña por el no en la consulta del día 14, en la que la dirección someterá al criterio de la militancia si el partido debe seguir apoyando el proceso independentista e incluye de entrada condicionantes como que se mantenga siempre dentro de la legalidad vigente o se descarte una declaración unilateral de independencia. El manifiesto de Anoia, al que ha tenido acceso EL MUNDO, viene a contrarrestar esos movimientos reivindicando los argumentos de Duran. Hasta el punto de «considerar, si es preciso, acceder al electorado en solitario».
El texto, titulado No es difícil hacer lo correcto, lo difícil es saber qué es correcto, expresa «el posicionamiento de las delegaciones locales y militantes» de 13 agrupaciones de esa comarca barcelonesa. Afirman que «no se puede continuar con la actual situación social y política», pero creen que, para Unió, «adherirse al movimiento soberanista apoyando a CDC y ERC supondría aceptar el camino hacia la declaración unilateral de independencia».
Y no están dispuestos a atravesar esa «línea roja», postura que también defienden Duran y su lugarteniente, el secretario general de CiU Ramon Espadaler. Frente a los independentistas, que quieren tomar el control de Unió haciendo que la dirección pierda la consulta del sábado y provocando un congreso extraordinario, el manifiesto subraya que el partido «tiene la trayectoria y la capacidad para incidir tanto en Europa como en Madrid para llegar a acuerdos, dentro de la legalidad vigente, que den garantías a los derechos del pueblo catalán a través de la negociación política».
«Eso nos permitiría un blindaje de competencias y una redistribución equitativa del esfuerzo fiscal sin romper con el resto de la nación española ni con la UE, a la espera de poder ejercer el derecho de autodeterminación, verdadera solución al encaje de Cataluña en España», continúa el texto.
Los firmantes consideran, además, que el plan de Artur Mas y Oriol Junqueras constituye «una manipulación engañosa de ilusiones y sentimientos para dar un salto al vacío, sin ninguna certidumbre de llegar a buen puerto», y que provocará que Cataluña se estrelle «contra un muro infranqueable que nos hundiría como pueblo durante otros 40 años». Frente a las opciones unilaterales, proponen «la vía del diálogo, la negociación política y el respeto a las normas jurídicas».
En la línea de la dirección de Unió, que considera que Convergència está maniobrando para conseguir que sus socios se sometan al giro independentista que impulsa Mas, el manifiesto pide «defender con fuerza la ideología socialcristiana» hasta las últimas consecuencias: «La federación de CiU nos ha llevado a una dilución ideológica, con la pérdida de una parte importante de nuestra identidad y a un cierto ostracismo político».
Los firmantes alertan de que, de «seguir como hasta ahora», Unió lleva camino de «aceptar dócilmente la ruta hacia la declaración unilateral de independencia y acabar siendo una fundación residual de CDC». En consecuencia, piden un sí en la consulta del sábado que refuerce la tercera vía que siempre ha defendido Duran, entre «el inmovilismo» y «el independentismo».
ESPADALER CRITICA LA CAMPAÑA DE LOS INDEPENDENTISTAS
El secretario general de Unió, Ramon Espadaler, defendió ayer la «legitimidad» de la pregunta con la que el partido interrogará a sus militantes sobre el ‘procés’ y dejó claro al sector crítico que «no se puede cambiar una pregunta» en función de una respuesta. Se refería a que los soberanistas, que pedirán el ‘no’ el día 14, han criticado la propuesta de la dirección porque, en su opinión, no sirve para dilucidar si Unió apuesta o no por la independencia de Cataluña.