El papel de C’s, 10 años después

EL MUNDO – 07/06/15

· El partido conmemora su aniversario pendiente de los pactos que determinarán su futuro.

Todo se reduce a la firma. Sellar un texto, un documento. Diez años después, la situación es la misma. Ciudadanos celebra su décimo aniversario. Un 7 de junio de 2005 se presentó en la Plaza Real de Barcelona un Manifiesto titulado Por un nuevo partido político en Cataluña, impulsado por 15 intelectuales. Fue el germen del partido que hoy preside Albert Rivera. La primera página de un partido en principio circunscrito a Cataluña, pero que en las pasadas elecciones municipales y autonómicas consolidó su expansión nacional.

Pero una década después, su futuro vuelve a ser un manifiesto. Un documento de adhesión, en este caso. Hoy no firman Francesc de Carreras, Arcadi Espada, Albert Boadella, Xavier Pericay, Félix de Azúa… Hoy se busca la firma de Susana Díaz o de Cristina Cifuentes. Un cambio de nombres que ejemplifica la evolución del partido. Pasar de las ideas a los hechos. Influir en la vida política española.

«El objetivo del nuevo partido fue […] constituir una formación de carácter no nacionalista, con una ideología de centroizquierda basada en los valores del liberalismo político y el socialismo democrático en la que predominara la razón sobre los sentimientos, los derechos de las personas sobre los llamados derechoscolectivos, que propugnara el bilingüismo [en Cataluña] en coherencia con la realidad social y, finalmente, que hablara desde la sensatez, algo que ha abundado poco en los últimos tiempos», afirma Francesc de Carreras en el libro Ciudadanos. Sed realistas: decid lo indecible, reeditado por Triacastela con motivo de este décimo aniversario. El resultado de este proceso fue, en palabras de Fernando Savater, «el primer partido político de izquierda cívica que se funda totalmente ex novo desde aquellos ya lejanos comienzos de la democracia en España».

Aquel manifiesto de la Plaza Real estableció «un partido identificado con la tradición ilustrada, la libertad, los valores laicos y los derechos sociales», que intenta contribuir «al restablecimiento de la realidad» contrarrestando los «populismos demagógicos, los separatismos destructivos y las mentiras interesadas».

Ciudadanos ha evolucionado y actualizado su ideario. Persigue abanderar la regeneración democrática y canalizar la lucha contra la corrupción. Y su futuro depende, en buena medida, de las decisiones que tome en las próximas semanas. De que, una década después, políticos y no intelectuales firmen su nuevo manifiesto: Compromiso por la Regeneración Democrática. Es su condición obligada para negociar investiduras en comunidades y municipios.

Para la formación nacida en Cataluña, Madrid y Andalucía son claves. Del resultado de las negociaciones con PP y PSOE dependerá la imagen de Ciudadanos que llegue a la sociedad. Sus dirigentes lo saben, por eso meditan cada paso. «Será importante transmitir a la sociedad que votarnos tiene consecuencias, que pasan cosas en los demás partidos», ejemplifica un dirigente. El objetivo son las elecciones generales. La Moncloa. Llegar a esa cita en buena posición. De cómo se pacte puede afectar a éstas y a las catalanas.

Equilibrio

Hay un sector que quiere identificar al partido de Rivera con el PP. Otro cree que son más afines al PSOE. Ciudadanos se ha obligado a transitar por el alambre del equilibrio. Los pactos obligados pueden hacerlo caer. «No estamos para pactar con unos y con otros, sino para cambiar las cosas. No somos ni rojos ni azules», define un miembro de la Ejecutiva. «No vamos a pactar expresamente con PP o PSOE. Ponemos sobre la mesa nuestras condiciones. Podemos llegar a acuerdos con uno o con otro. O con ninguno». Lo cierto es que vender un acuerdo con el PSOE en Andalucía y con el PP en Madrid mantendría al partido caminando sobre el alambre.

«Ya estamos introduciendo cambios en la manera de hacer política: primarias, los imputados dimiten…», desgranan desde la dirección.

La eclosión pública, su salto nacional, los pactos y la omnipresencia de Rivera concederán al partido su sitio en el nuevo mapa político español.