ABC 22/05/15
· La Agencia Tributaria ha abierto una investigación interna para saber quién conocía esa información, como también hizo en el caso de Juan Carlos Monedero
Desde la página 1 La Agencia Tributaria vuelve a estar en el ojo del huracán después de que ayer el periódico digital «Infolibre» publicara los datos fiscales de la expresidenta de la Comunidad de Madrid y candidata al Ayuntamiento de la capital, Esperanza Aguirre, quien presentó denuncia por estos hechos en la Fiscalía General del Estado. No es la primera vez que hay una filtración de información confidencial en poder de Hacienda: sucedió con el exdirigente de Podemos Juan Carlos Monedero –en este caso incluso se llegó a publicar el documento oficial de su declaración–, y con Rodrigo Rato, sobre quien trascendió que la ONIF estaba tras sus pasos. La Agencia Tributaria anunció ayer que va a abrir una investigación para determinar qué personas tuvieron acceso a esa información y si estaba justificado que dispusieran de ella. En cualquier caso, el coste en imagen es incuestionable.
La publicación de que Aguirre ganó 360.000 euros el último año, cuando trabajaba para la empresa de cazatalentos «Seelinger & Conde», así como otros 5.000 por un premio literario, convulsionó el penúltimo día de campaña. La candidata popular reaccionó de inmediato, en dos direcciones. La primera, mostrando su indignación por la filtración y asegurando que todo lo que aparece en la declaración es «fruto de mi trabajo en la empresa privada, y quien se pique, que se rasque. No tengo problema en enseñar mi declaración de la renta, pero ese documento que se ha filtrado es confidencial. Añadió que había recibido por la mañana la llamada del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
Tras asegurar que está tranquila porque la declaración es correcta, insistió en que es un hecho «muy grave» no tanto por ella, sino por todos los ciudadanos, porque es un ataque a la seguridad jurídica sin precedentes, un delito de revelación de secretos agravado por el hecho de que los datos los ha filtrado un funcionario y se refieren a una candidata a las elecciones del próximo domingo. Aguirre lamentó que la Agencia Tributaria pueda estar «trufada de gente que hace filtraciones» de un candidato a tres días de las elecciones. «Lo tiene que saber España y castigarse por los tribunales», remachó. La candidata, por otro lado, afeó que el socialista Antonio Miguel Carmona presentara sus ingresos pero «en neto». «A ver si los declara en bruto», le retó.
En el autobús electoral
La segunda decisión fue la de presentar personalmente la correspondiente denuncia ante la Fiscalía General del Estado, a la que se trasladó en el autobús electoral. En ella precisa que «en la AEAT quedan registrados todos los accesos informáticos que se producen a los datos tributarios así como de los equipos informáticos desde los que se accede, el día y hora de acceso o los datos consultados como medio de tratar de garantizar» que no se quebrante «la seguridad jurídica del ciudadano en que sus datos tributarios no van a ser objeto de una utilización irregular».
Por ello pide a la «Fiscalía General del Estado que proceda a la incoación de las diligencias de investigación que permitan la determinación y averiguación de la persona o personas responsables del acceso, apoderamiento y utilización de los datos reservados de Doña Esperanza Aguirre por si se hubiera incurrido en un delito de descubrimiento y revelación de secretos».
A falta de la incoación o no de diligencias por parte de la Fiscalía, de momento la Agencia Tributaria ha tomado la iniciativa y ha abierto una investigación interna para conocer el origen de la filtración. Las fuentes consultadas se muestran confiadas en que esas pesquisas den resultado porque pocas personas tienen acceso a los datos recogidos en una declaración de la Renta. «Si hay alguna consulta de los datos fiscales de Aguirre por parte de alguien que no tenía por qué hacerla, deberá justificar muy bien su actuación», precisan los medios consultados, que recuerdan que en este caso no ha habido filtración del documento, como sucedió con Monedero.
Las mismas fuentes añaden que «cuando está ya en marcha una investigación por supuesto fraude, como sucedía en el caso del exdirigente de Podemos, esos datos pueden estar en poder de más personas que los necesitan para continuar las pesquisas, por lo que el abanico de posibles filtradores se abre bastante». No obstante, entonces también se abrió una investigación, con resultado por el momento desconocido.