Tonia Etxarri, EL CORREO, 22/10/12
Con la fuerte irrupción de EH Bildu, que confirma las previsiones de la implantación de una mayoría soberanista en el próximo Parlamento vasco, el desplome del partido socialista, junto al retroceso del PP, rubrica el fracaso del único gobierno constitucionalista que ha tenido la comunidad autónoma durante toda la historia de la democracia. En el caso del PP, el partido de Antonio Basagoiti que ha hecho de la movilización del voto no nacionalista su banderín de enganche, con el objetivo de presentarse como dique de contención del tsunami independentista, no ha alcanzado su reto. Con los diez escaños obtenidos no podrá hacer de contraste en la Cámara ni ofrecer alianzas al partido más votado, el PNV de Urkullu, porque, juntos, no llegan a configurar la mayoría absoluta de los 38 escaños. Al final las urnas, ayer, registraron un punto más de participación, pero la movilización fue, sobre todo, en Gipuzkoa, fundamentalmente nacionalista debido al pulso mantenido entre el PNV y los herederos de Batasuna.
Los partidos mayoritarios constitucionalistas han sufrido un considerable varapalo. No lo tenían fácil. Asociados a la mala gestión de la crisis y a los recortes impopulares, unos y otros han tenido que remar con el viento en contra. Los electores del PP han castigado a Mariano Rajoy en la papeleta de Basagoiti. Sus energías concentradas en el territorio alavés para presentarlo como el contrapunto de la Euskadi nacionalista no ha dado los frutos esperados. En Álava, donde el PP gobierna en la Diputación y en el Ayuntamiento de Vitoria, ha quedado en las elecciones autonómicas en el cuarto puesto. La apuesta del alcalde, Javier Maroto, a pesar de su tirón personal en las elecciones municipales, no ha funcionado en la cita al Parlamento. Esa mayoría silenciosa, a la que se ha referido tantas veces Antonio Basagoiti, no quiere tener miedo a una posible Euskadi independiente. Porque de eso se empezará a hablar a partir de mañana. Con una segunda fuerza como EH Bildu, el PNV de Urkullu tendrá que definirse y optar por las escasas combinaciones que se le presentan para obtener un Gobierno fuerte y estable . De los 75 escaños del hemiciclo, 48 son nacionalistas. El resto, 27, está integrado por socialistas, populares y UPyD.
Si no se producen alianzas transversales, el próximo Parlamento vasco seguirá la estela de Artur Mas para iniciar la ruta del desenganche con España. Puede ser que entonen pronto el agur a la Constitución. Cuando Basagoiti denunció, nada más comenzar la campaña, el acuerdo entre Urkullu y Mas para presionar al Gobierno español, sus competidores no le tomaron en serio. Al final, el propio Urkullu confirmó ese compromiso con el presidente de la Generalitat. Es su plan de soberanía aplazada hasta 2015. En el territorio donde ha arrasado EH Bildu es donde el PP ha perdido pie. En la Gipuzkoa tan castigada por el terrorismo, la ciudadanía ha premiado un año después del cese de la violencia a quienes han seguido justificando la historia de ETA. En la campaña las menciones a la gestión del fin de la violencia han brillado por su ausencia. Pero mucho antes de la campaña, buena parte de la sociedad vasca había decidido admitir la imagen ‘blanqueada’ de los herederos de Batasuna.
Tonia Etxarri, EL CORREO, 22/10/12