El PNV sigue exprimiendo su acuerdo político con el PSOE para apuntalar al Gobierno de Zapatero en el Congreso. Ayer sumó la pieza relativa a la denominación oficial en euskera de los tres territorios históricos del País Vasco.
En esta propuesta, solo Álava mantiene su nombre en castellano -lengua que desaparecería para denominar a Bizkaia y Gipuzkoa-, pero se le añade también la denominación en euskera, Araba. El texto fue tomado en consideración con los votos del PSOE, los partidos nacionalistas y la izquierda minoritaria. No tuvo, sin embargo, el apoyo del PP ni de Unión, Progreso y Democracia, que votaron en contra. El trámite de ayer supone solo tomar en consideración la iniciativa, de manera que el texto podrá ser enmendado por el resto de grupos durante su tramitación parlamentaria. El PP ya ha anunciado que pedirá que las provincias puedan nombrarse en euskera pero conservando el nombre en castellano.
A diferencia del pasado mes de julio -entonces se opuso-, el PSOE apoyó la tramitación porque el cambio de denominación de estos territorios forma parte del acuerdo cerrado a finales de 2010 entre socialistas y nacionalistas que, más allá del pacto presupuestario y el apoyo a las reformas económicas, incluyó temas relacionados con otros ámbitos, como el traspaso a Euskadi de las políticas de empleo.`
La Comisión Bilateral de Transferencias formada por el PSOE y el PNV volverá a reunirse hoy en el Congreso para firmar el acuerdo por el que el Gobierno traspasará a Euskadi antes del 31 de marzo un nuevo paquete de cinco competencias comprometidas en el acuerdo de estabilidad: Inspección de Trabajo, homologación de los títulos extranjeros, profesores y personal sanitario de las instituciones penitenciarias, profesores de religión de primaria y colegios extranjeros en la comunidad autónoma.
EL PAÍS, 16/2/2011