ABC – 30/10/15
· El candidato de Ciudadanos ofrecerá hoy a Rajoy y a Sánchez un pacto de Estado para blindar la soberanía de todos los españoles.
· Una propuesta que excluye a Pablo Iglesias Aunque celebró que Rajoy hable con Pablo Iglesias, reprochó a Podemos que «quiera romper la Constitución»
· Pasar a la acción contra Artur Mas El candidato a La Moncloa dijo que «frente al desafío al Estado hemos de pasar de la pasividad a la acción»
Mariano Rajoy le pidió ayer por teléfono que acudiera a mediodía a La Moncloa con una propuesta concreta bajo el brazo para hacer frente a la intención de una parte del Parlamento catalán de desconectar a Cataluña del resto de España. Dicho y hecho. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera (Barcelona, 1979), usó –23 horas antes de su cita con Mariano Rajoy– el altavoz que le otorgaba el Foro ABC para hacer público su plan dirigido a responder al «mayor desafío contra la democracia española. Sí, contra la democracia. Empecemos a decir las cosas claras», recalcó. Y lo llamó un pacto por España.
Lo primero que hizo fue acotar los destinatarios de ese documento: PP y PSOE. O lo que es lo mismo, aclaró, «aquellas formaciones que, junto a Ciudadanos, defienden la unidad de España y los valores constitucionales». Expresamente, descartó a otros partidos nacionalistas y a Podemos, «que sigue defendiendo el derecho a decidir, que es una manera de apoyar la división». Aunque celebró que Pablo Iglesias vaya a ocupar mañana, tres horas después que él, el sillón de invitados del Palacio de La Moncloa fue tajante al recordar que «la propuesta de referéndum de Podemos rompe el artículo 1 de la Constitución».
«No hay atajos»
Ni Mariano Rajoy ni Pedro Sánchez tendrán que esperar, pues, a la visita de Rivera al presidente para conocer el contenido de esa oferta política, elaborada por el partido que lidera la oposición constitucionalista en Cataluña, con una importante cosecha de 25 escaños. Rivera desbrozó un pacto, de tan solo cinco artículos, para defender la integridad territorial de España, que incluye el siempre reclamado compromiso de no ir nunca más de la mano de aquellos que quieran romper España. Es decir, si sellan ese acuerdo, ni socialistas ni populares podrán volver a pactar en las Cortes con fuerzas como Convergència o el PNV, en caso de que los nacionalistas vascos siguieran la deriva secesionista.
Ese documento también blindará el artículo 1 de la Constitución. «Ese punto –sentenció– no se toca gane quien gane las elecciones; la soberanía reside en el conjunto del pueblo español». Además, Rivera quiere dejar sentado también que la unidad territorial no es cuestionable. «España puede ser reformada pero España no se toca, España no se rompe, España no es negociable y España no es divisible». Asimismo, el que las encuestas sitúan como el tercer partido en apoyo popular el próximo 20 de diciembre, también quiere consensuar con las dos fuerzas que han gobernado nuestro país desde 1982 que «la Constitución es el único marco en el que se puede reformar España. No hay atajos». Finalmente, el grupo naranja apuesta por «la integración europea», en busca de los estados unidos de Europa.
Albert Rivera, que recordó su asistencia a este mismo encuentro el pasado mes de marzo, estableció una gran diferencia con aquella cita: la iniciativa legislativa que el pasado martes intentaba atentar contra la unidad de España. Sin embargo, se mostró optimista al establecer que «el mejor antídoto contra los soberanistas es que España funcione. Todavía podemos seducir a muchos independentistas».
Pero hasta que eso ocurra, aseguró, «debemos pasar de la pasividad a la acción».
Impedir el debate de la moción
¿Cómo? «Lo primero –detalló– es impedir que un Parlamento autonómico como el catalán debata una moción así». En este punto, hizo un viaje por la jurisprudencia de naciones como Estados Unidos o Alemania «donde es inimaginable que se pudiera debatir una moción así, ni que se le dijera a los tribunales que no pueden hacer nada». Es decir, Rivera le pedirá también al presidente del Gobierno que recurra la admisión a trámite en la Mesa de la Cámara de esa iniciativa: «Ese documento –alertó– autodestruye la autonomía de Cataluña y atenta contra los catalanes».
Muy cerca le escuchaba con atención su compañera Inés Arrimadas, la jefa de la oposición en Cataluña. Rivera desveló que una de las manos derecha de la diputada autonómica, el vicepresidente segundo de la Cámara, José María Espejo-Saavedra, «toma nota de cada una de las votaciones que se producen en la Mesa, por si alguna se salta la ley». Aunque abrió la puerta a Pedro Sánchez a la firma del acuerdo contra el separatismo, el candidato a La Moncloa reprochó al PSOE «la falta de modelo territorial». Y ahí hizo una dura enmienda a la negativa del PSC a firmar una iniciativa a favor de la unidad de España.
Suspensión de la autonomía
Y abordó el fondo del asunto: «Lo que ha calado en Cataluña es la idea falsa de que con la independencia mejorará la calidad de vida. Gente de buena fe les ha creído». En este terreno pidió que «se actúe contra las personas que lo fomentan, no contra siete millones de catalanes». La referencia era clara a la posibilidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución que prevé, ante circunstancias excepcionales, suspender la autonomía. Aunque afirmó que «todos los artículos de la Constitución se pueden aplicar», apostó, «antes de llegar a él», por poner freno con la medidas citadas.
Sus últimas palabras sobre Cataluña sonaron a advertencia política: «Si Ciudadanos gobierna, los separatistas lo van a tener difícil con un catalán como yo que defiende la unidad de España». Así, no desaprovechó la ocasión para «romper una lanza por los ciudadanos de Cataluña que quieren seguir con el resto de españoles, que son muchos». Sin embargo, el invitado del Foro ABC también abrió el foco a otras reformas que, según relató, planteará como líneas maestras de su programa a las generales. «España tiene que arreglar la casa. No se han respetado los valores constitucionales por lo que no se han cumplido las leyes que todos nos hemos dado», sostuvo. Era una remisión a su propuesta de reforma del modelo económico y educativo además de a la renovación de la Administración Pública, del sistema electoral y del de Partidos.
No aclara si apoyará al primero
Rivera, al que acompañó su pareja Beatriz Tajuelo, repitió en tres ocasiones que faltan siete semanas para los comicios legislativos. Como si no lo quisiera olvidar, dibujó un escenario político «de gran incertidumbre, porque tres partidos, PP, PSOE y Ciudadanos, se están moviendo en una diferencia muy corta, según avanzan las encuestas». Asido a ese argumento, no definió cuál será su decisión si, como todos los pronósticos aventuran, su partido tiene la llave de que gobierne el PP (reeditando el pacto de Madrid) o el PSOE (a semejanza de Andalucía).
Precisamente, ante la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes (la única dirigente del PP presente junto a Elvira Rodríguez, responsable de la CNMV), la pregunta fue: ¿apoyará al partido más votado? Y la respuesta quedó en el aire: «En Derecho la respuesta es sí. Pero eso valía hace unos años, cuando el primer partido rondaba el 40%. Ahora, es difícil porque las encuestas hablan de que el primero estará por debajo del 30% y a nosotros, que nos sitúan terceros, nos otorgan un 20%. Hay que esperar».
Ni siquiera quiso despejar si exigirá la retirada del candidato Rajoy: «Si este partido ha elegido al actual presidente, él es el candidato. Rajoy no va a ser moneda de cambio. Pero que la gente sepa a quién vota», concluyó.
ABC – 30/10/15