ABC 19/11/15
ENTREVISTA ALBERTO FÉRNANDEZ, Exjefe de comunicación antiterrorista
· Miembro del Servicio Exterior de EE.UU., dice que fue un «error» subestimar el poder de Estado Islámico
· Derrota de Estado Islámico
«Es posible que, herido en su terreno, reaccionara como en París. Pero es importante eliminarlo porque le quitará el poder de la propaganda»
· Bélgica, base logística
«Bélgica es un refugio desde donde lanzan ataques. Su intención es meterse en un ambiente donde se pueden esconder más fácilmente»
El embajador Alberto Fernández, coordinador del Centro Estratégico de Comunicaciones contra el Terrorismo del Departamento de Estado norteamericano (2012-2015), cree que será más complicado derrotar a Estado Islámico «virtual», que mantiene toda su ofensiva propagandística en el ciberespacio, alimentando futuras generaciones, que a los yihadistas de carne y hueso. Fernández ha acumulado gran experiencia en la estrategia contraterrorista prestando servicio en las embajadas de Afganistán, Jordania, Siria y Guatemala.
P—¿Son eficaces los bombardeos?
R –Siempre hay un poco de exageración. Un campo de adiestramiento es un pedazo de terreno. Hay un elemento adicional importante que es la población civil. En Raqqa, los objetivos más importantes están en lugares donde el bombardeo no es fácil. El cuartel mayor está en el centro de la ciudad, y debajo hay una cárcel con prisioneros.
P—¿Se puede derrotar a EI?
R–Es posible llegar al punto donde estábamos en 2010, cuando hacía operaciones de guerra de guerrilla, pero no controlaba terreno. Que podemos terminar completamente con ellos lo dudo, siempre van a poder existir en el desierto de Siria e Irak.
P—Entonces, ¿qué se puede hacer?
R–En Irak, reforzar las Fuerzas Armadas. En Siria, algún tipo de alianza con los kurdos, las tribus árabes y algunas unidades del Ejército Libre Sirio, que pudiera controlar más terreno, incluyendo Raqqa. Es posible, pero no fácil, porque hay ambiciones.
P—¿Por qué ha emergido EI?
R—En 2010 el Ejército de Irak tenía cierta fuerza. Estados Unidos estaba todavía allí. Y acabaron con el liderazgo del EI. Pero Abu Bakr al Bagdadi asesinó, uno a uno, a los líderes árabes suníes. Los mismos líderes de las tribus que los americanos usaron en contra de EI. Liberó a mil prisioneros yihadistas y, al mismo tiempo, explotó Siria.
P—No hubo visión de futuro…
R—Durante tres años, desde la muerte de Bin Laden, mayo de 2011, hasta la caída de Mosul, junio 2014, Occidente creyó que la guerra se había ganado. Cuando yo tomé posesión del Centro de Comunicación contra el Terrorismo, en 2012, me dijeron: «Vas a ser como estos sovietólogos, no vas a tener trabajo porque eso ha terminado». Occidente y la Administración Obama decían, bueno sí, todavía hay terroristas, pero la amenaza de antes, de Al Qaida, ha llegado a su tope. Fue un error.
P—¿Un debilitamiento de EI en Siria rebajaría la amenaza yihadista?
R—Una fiera herida a veces es más peligrosa. Y es posible que EI, estando herido en su terreno, reacionara como lo hemos visto en París. Pero es importante eliminarlo, eso le quitaría el poder llamativo de la propaganda. Si hablamos de los actores solitarios, es posible que viendo la caída de EI pensaran que ya no vale la pena y descendiera su actividad. Pero en el caso de una célula, podría plantearse ataques terroristas para ayudar a sus amigos de EI.
P—¿Es posible que los combatientes extranjeros reciban la orden de retornar de forma masiva a Europa para cometer atentados?
R—Es una buena pregunta porque ya tuvimos un caso con un equipo de periodistas sirios que hacían reportajes dentro del califato denunciando a sus líderes. Suponía una gran amenaza para los terroristas. Varios de los yihadistas renunciaron a Estado islámico y se fueron a Turquía para matar a los periodistas de este equipo. La posibilidad de infiltrados, de agentes de EI es posible.
P—¿Por qué se ceban con Francia?
R—Para ellos, Estados Unidos es la cabeza de la serpiente, el objetivo número uno. Pero entrar es más difícil, está más lejos y la comunidad musulmana allí es más pequeña. En Inglaterra también es difícil. Hay una comunidad musulmana grande, pero es una isla y el control de armas es más grande.
P—¿Se ha convertido Bélgica en base logística de los yihadistas en Europa?
R—Sí, creo que sí. La usan como refugio desde donde lanzan ataques. La idea clásica de los insurgentes es meterse en un ambiente donde se pueden esconder más fácilmente. En este caso, en una comunidad donde todo el mundo es musulmán, la mayoría no son terroristas, pero es difícil para la Policía infiltrarse y saber quién es quien…
P—¿Ve justificada la alerta 4?
R—Es lo correcto. La amenaza es real. España no está tan lejos de Francia. Para ellos, el simbolismo de España es grande, incluso más grande que el de Francia, porque Al Andalus es un símbolo muy valioso para la yihad.
P—Suficiente para estar en la diana
R—Es terrorismo y teatro. Y para el teatro uno necesita lugares específicos. Cometer un ataque terrorista en Europa oriental no tiene el mismo peso que si se hace en Italia, España, Francia, Inglaterra o Alemania.