Andalucía

Jofrge M. Reverte-El País

Nadie podría concebir que España aguantara un proceso como el catalán en el sur. Y el PSOE también ha entendido eso: que España es, sobre todo, sur

Se pregunta mucha gente por qué el PSOE gana siempre las elecciones en Andalucía. Y se suele responder a la pregunta con una teoría que el que habla suele repentizar, como si hablara, y con el mismo fundamento, de América y el presidente electo:

— Yo creo que Donald Trump no se entiende sin conocer la América profunda.

El peluquero —el hombre que yo digo lo es— hace chocar las hojas de sus tijeras, y suelta un disparate, porque ni siquiera ha estado en la América no profunda.

El hombre se arriesga y da su versión sobre Andalucía:

— La segura victoria de Susana —no la llama Díaz, claro, porque es mujer— no se puede entender sin conocer la Andalucía profunda.

— ¿Qué parte?

La pregunta es, desde luego, una canallada, y con ella se arriesga uno a llevarse un buen tajo muy cerca de la patilla.

Porque los andaluces tienen la curiosa costumbre de ser de muchas partes muy distintas, como si fueran catalanes. Esa es la primera parte de la respuesta. No tienen nada que ver los de Almería con los de Sevilla, por ejemplo; y mucho menos los de Granada con los de Cádiz. Y eso lo ha sabido desde el primer momento de la democracia el PSOE que, eso sí, supo enseguida que Andalucía tenía el mismo derecho fundacional que las otras comunidades “históricas”, como Cataluña, Euskadi y Galicia.

Andalucía, o mejor dicho, los andaluces, fueron la clave de muchas cosas en todo el tiempo de la Transición, y son la clave, todavía, de la democracia española. Nadie podría concebir que España aguantara un proceso como el catalán en el sur. Y el PSOE también ha entendido eso: que España es, sobre todo, sur. Como lo es Italia, aunque allí casi se han olvidado de ello.

El PP ha conseguido en algunos periodos de tiempo hacer que la modernidad urbana andaluza le perteneciera, pero los rizos jerezanos que adornan las cabezas de muchos de sus líderes desmienten la vocación superadora de la derecha señorita.

Hoy, Ciudadanos y Adelante Andalucía quieren romper ese discurso del PSOE que entiende el país. Pero les queda un duro trabajo por delante que los socialistas ya tienen hecho, y Susana Díaz lo sabe: de ellos, la mayor parte de los andaluces piensa por ejemplo, con razón, que vienen los 900 euros del SMI. De los otros, habrá que ver.