Ángel Ron: «El desafío de Mas introduce inseguridad jurídica»

EL MUNDO – 25/09/15

· El presidente del Popular alerta contra el riesgo de «deshacer las reformas».

Otro representante del mundo económico suma su voz al coro de advertencias contra el independentismo catalán. Ángel Ron afirma en el número de Actualidad Económica que hoy se pone a la venta que «el desafío de Artur Mas se aparta del ordenamiento español e introduce inseguridad jurídica».

El presidente del Banco Popular, que tiene una cuota de mercado del 4% en Cataluña, explica que «en los road shows [presentaciones ante inversores] nos están empezando a preguntar por este asunto. Ningún analista cree que la independencia sea posible, pero el ruido ha bastado para penalizar la prima de riesgo».

El banquero también se muestra inquieto ante la fragmentación parlamentaria que los sondeos aventuran para las elecciones generales. Aunque admite que «la capacidad que tiene un Gobierno nacional para apartarse de una determinada senda es limitadísima», como «se ha visto con Grecia», la mera reversión de las reformas sería crítica, «porque los inversores verían con menos interés España y el país volvería a encontrarse con dificultades serias de financiación». Sería un drama para las empresas españolas, que desde hace tiempo se financian a unos precios bastante razonables.

Ron alerta finalmente de los riesgos de la demagogia en materia de hipotecas. «Los bancos hemos sido muy prudentes a la hora de manejar este problema», dice. «El Popular ha ejecutado hipotecas, pero no ha realizado lanzamientos forzosos [expulsión de inquilinos] y ha negociado cerca de 800 alquileres sociales, sin contar los del plan gubernamental». Quienes promueven la generalización de la dación en pago no son conscientes de sus efectos indeseados.

«El acceso a la propiedad se restringiría, porque los bancos no estarían dispuestos a financiar el 80% del valor de las viviendas, sino el 50% o el 60%. El número de transacciones caería, los precios también y, por tanto, mermaría el patrimonio del 80% de españoles que invirtieron sus ahorros en la compra de una casa. Eso sí que sería antisocial», advierte.