EL CORREO 12/01/14
· El portavoz del PNV, Joseba Egibar, insistió en que su partido acudió a la manifestación para «consolidar el escenario de paz y convivencia»
Los dos principales impulsores de la manifestación de Bilbao, PNV y Sortu, realizaron lecturas diametralmente opuestas sobre las repercusiones y el alcance de la multitudinaria marcha organizada ayer en respuesta a la decisión del juez Eloy Velasco de prohibir la habitual movilización de enero por los presos de ETA. Mientras que desde las filas jeltzales se insistió en que la unidad con la izquierda abertzale es algo «excepcional» y que se justifica por la necesidad de responder al actual momento político, los líderes de Sortu acogieron la colaboración entre fuerzas y sindicatos nacionalistas en clave triunfalista y confiaron en que «sea un principio» que permita dar continuidad «a esa ilusión que hemos creado en tantas personas».
Las diferencias de fondo en los discursos de ambas formaciones se hicieron patentes incluso antes de que arrancase el acto. Ahondando en los argumentos que el propio presidente del EBB, Andoni Ortuzar, esgrimió durante la comparencia conjunta celebrada el viernes, ayer Joseba Egibar quiso dejar claro que el PNV acudió a la manifestación con el objetivo de «consolidar definitivamente un escenario de paz y de convivencia». En una línea comedida, el portavoz jeltzale en el Parlamento vasco fue el único representante político que se refirió a ETA de forma expresa a la hora de exigir «nuevos pasos» a todos los «agentes concernidos» en el proceso de paz. Egibar insistió en que el «camino iniciado» debe construirse «desde el respeto a los derechos humanos» y desde el fomento del «diálogo y los acuerdos» como «base de la relación entre las formaciones políticas». Y, en este sentido, defendió que el propio eslogan de la movilización ( ‘Derechos Humanos. Acuerdo. Paz’) «glosa todo un desafío del que participa también la inmensa mayoría de la sociedad».
El presidente de Sortu, en cambio, puso el acento exclusivamente en la unidad de las fuerzas abertzales. Según dijo, la propia convocatoria conjunta de la marcha es ya en sí misma una «respuesta extraordinaria como pueblo» a una «situación excepcional» creada con la suspensión de la manifestación convocada por ‘Tantaz tanta’. Hasier Arraiz aseguró que los «principales responsables políticos y sindicales» han sabido estar «a la altura de las circunstancias» y de responder a lo que «pedían los ciudadanos vascos». «Una respuesta» que, a su juicio, «ha creado emoción e ilusión entre mucha gente» y que debe tener continuidad. El líder de la izquierda abertzale hizo un llamamiento a todas las formaciones representadas ayer a que sean «capaces de responder de aquí en adelante» a las expectativas generadas. «Es el momento de que esto no sea un final, sino que sea un principio», remarcó.
«Que no se quede en la foto»
Arraiz insistió en que los acontecimientos demuestran que el «Estado español no quiere un escenario de paz, democracia y libertad para Euskal Herria». El Gobierno de Rajoy –dijo– «sistemáticamente vulnera derechos individuales y colectivos». Por todo ello, está convencido de que la «paz» y el «proceso de soluciones» tienen que «seguir construyéndose en Euskal Herria».
El resto de promotores de la manifestación –EA, Aralar, Alternatiba y los sindicatos ELA y LAB– coincidieron en ensalzar la respuesta conjunta que se dio a la prohibición decretada por la Audiencia Nacional y en criticar la «cerrazón» del Gobierno de Rajoy. La representante de EA, Ikerne Badiola, aseguró que las calles de Bilbao fueron ayer un «fiel reflejo de la necesidad de la sociedad vasca, que lleva tiempo reclamando la paz y la normalización política». El dirigente de Aralar, Patxi Zabaleta, aseguró que «lo que ha hecho posible la unidad» de esta movilización son fundamentalmente sus lemas en favor de los derechos humanos, el acuerdo y la paz. Además, reclamó una modificación rápida» de la actual política penitenciaria. El representante de Alternatiba, Asier Vega, calificó de «histórica» una manifestación que, según dijo, deja claro «que no existe ningún tipo de obstáculo que frene el camino emprendido por este pueblo en la consecución de la paz y la resolución del conflicto». La dirigente de Abertzaleen Batasuna Mertxe Colina confió en que la unión vista ayer no se quede en «una mera foto», sino que sea «un punto de partida».
Desde el punto de vista sindical, el líder de ELA, Adolfo ‘Txiki’ Muñoz, insistió en la necesidad de «frenar» con este tipo de movilizaciones sociales «la agenda política de involución que se está produciendo en España con el PP, que se codea y compite con la extrema derecha». La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, se felicitó de que partidos y sindicatos estuviesen ayer «donde el pueblo pide» e instó a seguir «saliendo a la calle» para que se «avance en el proceso» y «llevarlo a buen puerto».
EL CORREO 12/01/13