EL MUNDO – 05/09/15
· Pedirá mediación internacional si crece la «tensión política» en el proceso de secesión.
· La candidatura de Junts pel Sí, que presenta a Artur Mas como aspirante a repetir en la Presidencia de la Generalitat, prevé unas nuevas elecciones en Cataluña antes de abril de 2017.
Apenas año y medio después del 27-S, los comicios servirían, según la lista independentista, para dar inicio a una «legislatura constituyente»; los partidos que obtuvieran entonces representación en el Parlament se encargarían de redactar la Constitución del Estado catalán.
Junts pel Sí presentó ayer su «hoja de ruta hacia la independencia», en la que se incluyen estas etapas. Todo empezaría justo después del 27-S: si hay «mayoría de diputados a favor de la independencia», el Parlament aprobará, «nada más constituirse», una «declaración solemne» de inicio del proceso de secesión.
El documento confirma lo que Mas lleva días diciendo: que para empezar la «desconexión» con el resto de España es suficiente que la mitad más uno de los diputados de la Cámara sean independentistas, lo que incluye también a los de la CUP. El proceso se iniciaría incluso en el caso, bastante probable –porque la ley electoral prima a las zonas menos pobladas, las que más apoyan a partidos nacionalistas–, de que esa mayoría se hubiera constituido con menos del 50% de los votos.
El jurista Carles Viver Pi-Sunyer, que fue durante varios años vicepresidente del Tribunal Constitucional (TC), fue el encargado de presentar la «hoja de ruta» y de ofrecer al Gobierno español la posibilidad de «negociar» después de las elecciones algunos detalles de la ruptura, tales como el «reparto de activos y pasivos», el «traspaso de funcionarios y organismos» o la situación de «los bienes que España tiene en el extranjero y que son compartidos».
La parte catalana, según el plan, estaría representada por un Govern «de concentración» (entre Convergència, Esquerra y las entidades privadas independentistas), que también comunicará «a los líderes internacionales y a todos los jefes de Estado y de Gobierno» la voluntad del nuevo Ejecutivo catalán de continuar «dentro de la UE y de la eurozona».
En un claro ejemplo del voluntarismo del documento, ese Govern sería también el encargado de «la negociación con el Estado y los agentes internacionales para la creación de la Cataluña independiente». Sin embargo, el presidente español, Mariano Rajoy, ya dejó ayer claro que no hay nada que hablar sobre la secesión, y el premier británico, David Cameron, defendió los postulados del Gobierno central.
Pero Junts pel Sí no se desanima
La «hoja de ruta» contempla como «previsible» una «intensificación de la tensión política en torno al proceso», e incluso una «conculcación de los derechos democráticos de los ciudadanos de Cataluña». En ese caso, pedirá la «mediación de actores internacionales». En el mismo sentido, Mas dijo ayer que Cataluña «debe continuar en la UE sea cual sea el resultado» de las elecciones.
Cuando los dirigentes catalanes consideren que existen las «condiciones mínimas» –cuando las «estructuras de Estado» estén listas–, se declarará la independencia, que conllevará «la desconexión con el ordenamiento vigente», «pero asumiendo como derecho nuestro todo lo que se está aplicando en lo que no contradiga la declaración de independencia», añadió Viver Pi-Sunyer.
Los independentistas piensan promulgar una «ley de transitoriedad jurídica» para evitar que haya «un vacío legal» mientras se arma el nuevo Estado y «garantizar la sucesión ordenada de las instituciones»: hasta que no esté listo el nuevo, el ordenamiento que prevalecerá en todos los ámbitos será el español. Sólo quedaría convocar las elecciones «constituyentes» en menos de 18 meses y posteriormente aprobar la nueva Constitución en referéndum.
EL MUNDO – 05/09/15