Asesinos derrotados

JOSÉ MARÍA CALLEJA, EL CORREO 10/01/14

· Resulta significativo que los matarifes de ETA hayan elegido un matadero para anunciar una nueve entrega de su derrota. Desde luego que los caretos de estos individuos, con las manos manchadas de sangre, con cientos de personas asesinadas con esas manos, aportan información añadida sobre su ya conocida catadura moral indecente. Resulta patético ver a gente como Kubati, capaz de asesinar a Dolores González Katarain, Yoyes, en presencia de su hijo pequeño, venir, con 30 años de retraso y decenas de asesinados entretanto, a reconocer que tanta sangre no ha servido para nada.

¿Cómo se vive con ese currículum sanguinario? Si alguno de estos sujetos tiene algo de conciencia, me imagino que le resultará insoportable vivir el resto de sus días con las caras de las gentes a las que asesinaron grabadas en su memoria. Porque una cosa es estar en la taberna justificando el terror entre potes, y otra dedicarse a asesinar en régimen industrial a personas a las que no conoces.

Los asesinos de la foto, pastueños ante un periodista que les interpela y les dice que pidan perdón, han pasado buena parte de su vida en la cárcel, sin acogerse a las medidas individuales de reinserción que ahora dan por buenas y contra las que asesinaron hace tres décadas. Como decían antiguos militantes de ETA pm, en esto de reinsertarse, el primero traidor, el último tonto. (Lo decían con otras palabras, pero ya me entienden).

Así que primero fue la evidencia de que no mataban, luego el comunicado en el que decían oficialmente que no matarían, más tarde la rendición del colectivo de presos aceptando las leyes y la vía de reinserción individual; luego, la foto de Durango, reconociendo el daño causado, y dentro de unos meses vendrá la entrega de las armas, gesto más simbólico aún. Diversas entregas de una misma derrota. Derrota policial, política, judicial, infligida también por los propios vascos que acabaron diciendo «¡Basta!». Diversas entregas de una rendición a la que llegan los etarras sin haber conseguido ni uno solo de sus objetivos.

Esa foto de etarras derrotados ha irritado a los votantes y militantes del PP a los que este partido enardeció cuando estaba en la oposición con el asunto del terrorismo. Por eso, unos días después de la foto de Durango, han dado un golpe policial que parece querer contentar a esas bases. El problema añadido es que este ministro del Interior, en su línea de meteduras de pata, ha anunciado la operación policial antes de que se produjera, lo que ha permitido destruir pruebas. Me imagino que esto también incendiará a las víctimas.

El ministro debería haber dicho que la foto de los etarras era la de su derrota, pero no se atreve. Debería haber esperado a que acabara la operación para hablar de ella, pero esto parece que es superior a sus fuerzas. Debería irse.