Lo decía ayer, cariacontecida y dégonflé cual globo tras ser arrastrado por un campo de cardos nuestra Mari Yoli Farmatin. Es imposible hacer cosas chulísimas si tus propios socios de gobierno te ponen la zancadilla -a veces mucho más que la oposición– a cada cosa que se te ocurre. Sin que sirva de precedente, esa amante de las pedicuras con lectura incluida tiene más razón que un santo, santa o sante. Resulta que ayer reuníase esa magna asamblea de doctos intelectos conocida como Congreso de los Diputados. La cosa empezaba mal, porque la sesión tuvo lugar en el Senado. En el Congreso están de obras y ya se sabe lo que pasa cuando entran albañiles en la casa. Uno nunca sabe cuando va a finalizar la obra y ya me veo a la Armengol metiéndole prisas al encargao del asunto, lápiz detrás de la oreja rascándose salva sea la parte, y respondiéndole “Uy, señá Paquita, usted no sabe la de faena que tiene esto. Nos hemos tenido que meter a volquete con tó lo vivo porque estaba el suelo mal recibido, la pintura descascarillada, los lavabos daban pena y la madera de la tribuna de oradores y de la Mesa era de conglomerao chapada”. Así pues, decíamos, la cosa venía de suyo gafada.
A mí me parece que con lo que cobra un diputado lo mínimo que puede exigírsele es que sepa apretar el botón que toca
Y en llegando al momento de votar, van los de Junts y ni votan a favor de Sánchez, ni en contra ni se abstienen. Simplemente pasan, mirando al ínfimo mundo español desde su Olimpo separata con indiferencia jupiterina. Los podemitas, otros que tal bailan. ¿No hay Casera? Pues anda y que te ondulen con la permanén. Y, como remate de penas, ¿pues no va una diputada de Sumar y se equivoca al votar? En serio, ¿qué les pasa a Sus Señorías?¿Tan pequeñita es la letra donde pone sí y no que no la ven? ¿Son todos daltónicos y no distinguen los colores de los botones?¿Será menester darles un curso de botonología?¿Es adrede?¿No lo es?¿Se puede votar con un ojo en el móvil y otro en los botones? A mí me parece que con lo que cobra un diputado lo mínimo que puede exigírsele es que sepa apretar el botón que toca. Eso y saber mantener unas mínimas reglas de educación como no mascar chicle, no peerse durante la sesión, no eructar diciendo “hipopótamo” y no limpiarse los mocos en la calva del diputado de enfrente.
Uno no puede estar negociando con la ultra derecha de Junts constantemente ni mirar con temor reverencial a los podemitas afilar sus hachas de combate cada vez que les pides que te voten un decreto
Todos son asuntos de enorme importancia si los comparamos con lo que Sánchez ha hecho de la política española. Porque así no se puede gobernar, Mari Yoli, es tan cierto como verídico. Uno no puede estar negociando con la ultraderecha de Junts constantemente ni mirar con temor reverencial a los podemitas afilar sus hachas de combate cada vez que les pides que te voten un decreto. No sé ustedes, pero yo de Sánchez convocaría elecciones anticipadas, que no lo hará. O sí. O depende. O dentro de un año. O de dos. O de tres meses, porque solo Sánchez conoce cuál va a ser la próxima barbaridad de Sánchez. De todos modos, cuando convoque elecciones, sea cuando fuere, dará lo mismo. PP y VOX andarán a la greña, es muy posible que el monclovita ya haya encontrado acomodo fuera de España en uno de esos cargos jugosísimos y ponga en su lugar a cualquier muñeco de paja, con perdón, con ansias de poder, nuestra nación solo mantendrá relaciones con Maduro, Corea del Norte, Cuba, Vietnam, Marruecos, Hamás y el Frente Revolucionario Popular del Polo Norte. Ah, y a lo peor Cataluña ya no es España. Ni las Vascongadas. Ni Galicia. Ni Asturias. Ni las Baleares, las Canarias, el Peñón de Vélez de la Gomera o el Mulhacén.
Reconozcámoslo. Así no se puede gobernar, caramba.