Ignacio Marco-Gardoqui-El Correo
- No conozco a nadie que elija un producto en función del idioma que hablen las personas que lo han producido
El lehendakari asegura que el euskera hace más «competitivas» a las compañías vascas como elemento «distintivo» en un contexto globalizado. Asombroso. Si lo ha dicho el lehendakari será verdad, pero ¿nos podría hacer la caridad de mostrar algún dato que lo demuestre? ¿O todo es fruto de sus conversaciones privadas mantenidas con responsables de empresas? Porque, si es así, a mí me mienten y eso ni me gusta nada, ni entiendo por qué lo hacen. Siempre he oído, y comprobado, que los elementos distintivos, en un ambiente globalizado, son positivos. Pero lo son si añaden valor, como puede ser un menor precio, una mayor calidad, el esmerado diseño, su mejor funcionalidad, el servicio posventa más atento y menudencias así. Lo que nunca he oído, a nadie, es que los clientes que pululan por ese mundo globalizado al que se refiere el lehendakari diferencien el producto que han elegido comprar en función del idioma que hablan las personas que lo han producido. Y no sabía que estuvieran dispuestos a pagar más por ese valor añadido, cuando el idioma utilizado es el euskera. ¿Conoce alguien algún ejemplo que desmienta esta impresión?
El euskera es un valor, un patrimonio común, de eso no cabe duda y por eso está bien que se apoye su aprendizaje y se estimule su uso. Pero no creo que se le ayude con declaraciones de este tipo. En su lugar y para disipar dudas, estaría bien un poco mas de claridad a la hora de contabilizar el coste real y total del apoyo al euskera. Un coste que alguien debería poner luego en comparación con su uso real. La cifras oficiales van por un lado, pero el ‘share’ de ETB-1, que es la auténtica medida del uso libre y en ausencia de condicionantes externos que no emborronen el resultado, por una u otra causa -como la utilidad para conseguir un empleo público, la consideración social o la presión ambiental-, son terribles y dibujan una realidad muy diferente.
Es más, no solo no he oído a ningún responsable de empresa calificar al euskera como «factor diferencial de valor añadido en un mundo global», sino que he escuchado a muchos, en privado claro, relatar las desventajas que conlleva la exigencia del euskera en el sistema educativo y en la entrada al empleo público a la hora de atraer talento externo.
El lehendakari asegura que el euskera es un factor para «atraer talento». Lástima que añada luego el apellido de «talento vasco». Sin duda somos los mejores, pero somos tan pocos en ese mundo globalizado…