ABC 09/05/15
LUIS VENTOSO
· Ni el bipartidismo ha muerto ni los votantes son unos ilusos
TRAS semanas de sondeos especulando con un empate de acero inoxidable, hablaron las urnas y Cameron gobernará en solitario. Del Reino Unido llegan dos avisos: no conviene oficiar demasiado rápido las honras fúnebres del bipartidismo y tampoco es acertado pensar que los votantes son unos ilusos, que se abrazan al primer vendedor de crecepelo que se pasea por las televisiones. Cuatro conclusiones:
—Sondeos,¿paraqué? Espectacular, una vez más, la columpiada de las casas de encuestas. Hablaban de un trabadísimo empate, que daría lugar a una Cámara de los Comunes casi ingobernable, el «Parlamento ahorcado». Nadie concedía a los conservadores más de 292 escaños y han logrado una espectacular mayoría absoluta de 331 escaños, ocho más de los necesarios. ¿Por qué fallan las encuestas? Pues porque las serias son caras. Se publica mucho sondeo telefónico volandero, con cifras enormes de indecisos, que se enmascaran. Gato por liebre. Sucede también en España, donde algunos diarios tienen la curiosa afición de publicar sondeos nacionales con solo mil telefonazos. Periódicos de fama de Madrid han estado proclamando hasta anteayer cosas tan evidentemente absurdas como que Podemos ganaría las generales.
–«Eselcentro,estúpido». Clinton hizo célebre el lema «es la economía, estúpido», con el que derrotó a Bush padre en 1992. Es la economía, sí, pero también el centro. Lo resumió ayer muy bien Boris Johnson, alcalde de Londres y futuro líder tory en 2015: «Miliband se equivocó al abandonar el territorio moderado, hacer eso es una bobada». Cuando toca retratarse, el público es alérgico a los extremismos aventureros. Cuesta imaginar a los españoles abandonando de repente el sentido común con que siempre han votado para embarcarse en la tele-utopía del profesor Iglesias Turrión y su cruzada fiscal contra la clase media.
—Bipartidismo:elmuertoestabavivo. Se decía que las elecciones británicas rubricarían el fin del bipartidismo. Pero ha ganado de calle el Partido Conservador y la segunda fuerza siguen siendo los laboristas, que con toda su debacle suman 176 escaños más que el tercer partido, los nacionalistas escoceses, y 224 más que el cuarto, los destrozados liberaldemócratas. El votante se entretiene con los populismos tipo UKIP, pero cuando toca jugarse las lentejas vuelve a las viejas certidumbres.