FERNANDO SAVATER-El País

  • En ‘Tercer acto’, de Félix de Azúa, encontramos la voz despiadada pero acogedora de la inteligencia, qué alivio en los tiempos que corren

Como lector, este libro me plantea cierto desafío porque las circunstancias sin yo que narra se parecen mucho a las mías. El párvulo heroísmo antifranquista, la fascinación por el maestro fulminante e inasumible, la ontología como subversión del mundo, París y su guardería erótica, la fraternidad de los Niños Perdidos fundada por Peter Pan, la llegada del cocodrilo con el tictac del tiempo en su interior que devora sucesivamente a todos… el enigma de lo irremediable. Todo lo he conocido, más o menos, y ahora lo redescubro leyendo Tercer acto. ¿Perdición sin ganancia? Solo el paso de la vida…