Barcelona evita la independencia

EL MUNDO 10/06/13

Abortan los intentos para declarar la ciudad territorio libre

La capital catalana se da por perdida. La toma de Barcelona ha pasado de objetivo primordial de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) a territorio inconquistable. Esta organización, que persigue construir la secesión a través de la suma de declaraciones de independencia de las localidades catalanas, da por «imposible» adherir a su causa a la ciudad gobernada por Xavier Trias (CiU).
Así lo admitió ayer su presidente, Josep Maria Vila d’Abadal, quien reconoció que «no vale la pena jugar» para perder. El también alcalde de Vic subrayó la predisposición de Trias para convertir a Barcelona en el estandarte de la asociación, pero admitió que se está revelando incapaz de articular una mayoría suficiente para que el Consistorio se declare territorio libre. El ingreso en la AMI requiere de su aprobación por mayoría absoluta en el pleno municipal y la aritmética resultante de los últimos comicios está haciendo inviable aglutinar para la causa a los 21 concejales necesarios.
Bien lo sabe Jordi Portabella. El líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona ha visto abortada hasta en tres ocasiones su intención de someter a votación en la cámara barcelonesa la declaración de soberanía. La última tentativa frustrada del republicano se produjo antes del pleno de marzo. En los cálculos de Portabella estaba sumar a su respaldo y el de su compañero de coalición en el Consistorio –el ex presidente del Barcelona Joan Laporta– el de los 14 concejales de CiU –incluyendo los cuatro de Unió– y el de los cinco de ICV. Los ediles de PSC y PP se daban por descartados.
Sin embargo, las negociaciones encallaron y con ellas las pretensiones soberanistas de gran parte del Gobierno barcelonés, ERC y la AMI, que ya ha logrado convencer a 668 localidades y 36 entes supramunicipales, entre los que destacan Gerona y su diputación provincial.
La Asociación de Municipios por la Independencia se centra ahora en otra lucha: que Barcelona propugne su «soberanía fiscal» y pague sus impuestos a la agencia tributaria de Cataluña. Este camino tampoco parece fácil de recorrer, pues Trias se muestra por el momento reticente. El alcalde desestimó en el pleno de abril una petición de ERC para empezar a tributar al fisco catalán, al considerar que constituiría un «brindis al sol», por no estar habilitado el mecanismo y carecer el ente de «seguridad jurídica».