ABC 19/04/16
· Vara admite que el Comité Federal varíe su negativa si hay un «escenario distinto»
El primero en decirlo en voz alta ha sido el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, la pasada semana, aunque muchos otros barones socialistas y exdirigentes de la vieja guardia lo ven también así: si el PP vuelve a ganar las elecciones el 26 de junio y no suma mayoría absoluta con Ciudadanos, el PSOE tendrá que abstenerse para facilitar la investidura. Hoy por hoy, ese asunto sigue siendo tabú porque Pedro Sánchez no quiere oír hablar de ello y porque la militancia es absolutamente contraria: «Nos matarían», se justifica la dirección.
Además, no será fácil cambiar la resolución adoptada por el Comité Federal el 28 de diciembre, que veta no solo la investidura de Mariano Rajoy sino la de cualquier otro candidato popular. Por si fuera poco, Sánchez se ha «blindado» obligando a que cualquier pacto lo aprueben las bases. Originalmente lo hizo para «puentear» una eventual maniobra de los barones en el Comité Federal, de rechazo a un acuerdo con Podemos, pero el precedente de la consulta del 27 de febrero entre los 189.000 afiliados (sobre el pacto PSOE-C’s) ya deja poco margen para una marcha atrás.
Aún reconociendo que todo nace del «inmovilismo patético» que ha caracterizado a Rajoy en estos tres meses, Fernández Vara se separó la pasada semana de la doctrina oficial para reconocer que no entiende por qué el presidente del Gobierno en funciones y Pedro Sánchez no logran hablar. Él lo ha logrado con el expresidente extremeño José Antonio Monago, y la abstención del PP, sumada a la de Ciudadanos, ha propiciado la aprobación de los presupuestos regionales para 2016.
Vara cree que solo hay un camino, que es renunciar a los «máximos» de cada formación, incluso a «las personas» y avisa sobre un posible cambio de la resolución del Comité Federal del PSOE: «Las decisiones se pueden revisar si aparece un escenario distinto». El presidente extremeño dice en voz alta lo que otros murmuran: que si tras el 20-D no ha sido posible, el 26-J igual alumbra un pacto de legislatura corta (dos años) en el que el PSOE, a cambio de abstenerse en la investidura, logra imponer su agenda de reforma constitucional.
Rubalcaba en la misma onda
Cierto que despues de esas palabras, que repitió a la mañana siguiente en un coloquio, Vara rectificó vía Twitter: «Es obvio que yo no daría mi apoyo, ni activo ni pasivo, a Rajoy», pero ahí quedan. Son muy similares a otras que pronunció Alfredo Pérez Rubalcaba a puerta cerrada ante la patronal catalana Fomento del Trabajo: «Si los españoles amnistían a Rajoy, tendremos que entendernos con él». Ninguno habla de gran coalición, entendida como entrada en el gobierno, al estilo del SPD alemán en el Ejecutivo de Ángela Merkel, pero sí de facilitar la gobernación de España.