Basagoiti sabe que el PSE no quiere, hoy por hoy, ir con el PP ni a heredar. Que por mucho que insista el PNV en resucitar el fantasma de los frentes de 2001, Lopez está en otro registro. Le interesa emular al Gobierno catalán y si no puede ‘amontillar’ Ajuria Enea, volver a recuperar el pacto transversal con el PNV. Aun así, Basagoiti habla del voto útil para su partido.
A yer tenía que haber sido una mañana de ‘gloria’ para el candidato del PP a lehendakari, Antonio Basagoiti, que presentaba su proyecto para Euskadi en Madrid ante un foro de empresarios, diplomáticos, políticos y periodistas. El mismo escenario por donde habían pasado, anteriormente, Patxi Lopez o Iñigo Urkullu. Pero el candidato bilbaíno no está teniendo suerte en sus puestas de largo electorales. Porque si en el encuentro de Bilbao el pasado 26 de enero quien le presentaba, que no fue otra que Esperanza Aguirre, se llevó el protagonismo mediático porque la red de espionaje estaba salpicando todos los titulares de las últimas horas, ayer se dio un fenómeno bastante similar. Ocurrió que Basagoiti se presentó ante la sociedad madrileña; cierto. Pero en cuanto terminó su conferencia coloquio, tanto Cospedal como la propia Esperanza Aguirre acapararon la atención de micrófonos y cámaras, hasta el punto de que el candidato acabó barrido por los periodistas y en algunas escenas (repasen las fotos del día) parecía un colega más, pendiente de las declaraciones de sus compañeras de partido.
Por encima del mensaje del candidato vasco aparecían los lamentos de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que se quejaba de «la campaña de desprestigio contra el PP». No es de extrañar. La situación para el principal partido de la oposición no puede ser más delicada. Sobre todo si el juez Garzón acusa de blanqueo de dinero, cohecho, tráfico de influencias y trampas fiscales valiéndose de los documentos aportados por el propio Partido Popular. Es verdad que la carga de la prueba recae sobre quién acusa, pero de este lamentable capítulo de la trama de presunta corrupción queda la sospecha de una cadena de irregularidades presuntamente delictivas que a nadie más que al PP le interesa tener que aclarar. Bien es verdad que el manejo de los tiempos no parece casual. Y que la acusación contra 37 ciudadanos, dos de ellos políticos del PP, en vísperas del comienzo de dos campañas electorales, en Euskadi y Galicia, no ayuda nada al PP que, por culpa de algunos aprovechados, está bajo sospecha.
Difícil situación para la campaña de Basagoiti en Euskadi. Que por mucho que se esfuerce en centrar su mensaje, la opinión pública se fija en el desatino del alcalde de Valladolid, comparando al juez Garzón con ETA. Hoy está en Bruselas, entrevistándose con el comisario de Transportes, Taggliani, para solicitar ayuda para las empresas concesionarias de las obras del trazado de Alta Velocidad. Basagoiti se da por enterado de que el PSE no quiere ir, hoy por hoy, con el PP ni a heredar. Que por mucho que insista el PNV en resucitar el fantasma de los frentes de 2001, Patxi Lopez está en otro registro. Le interesa emular al Gobierno catalán y si no puede ‘amontillar’ Ajuria Enea, volver a recuperar el pacto transversal con el PNV. Aun así, Basagoiti habla del voto útil para su partido. Hay que reconocer que tiene moral.
Tonia Etxarri, EL CORREO, 11/2/2009