EL MUNDO 31/01/13
· La mitad de los municipios guipuzcoanos exigirá el euskera en los contratos públicos.
La Diputación de Guipúzcoa y 36 de los 88 ayuntamientos del territorio, la inmensa mayoría de Bildu, han acordado imponer condiciones lingüísticas en todas las contrataciones de servicios y obras externas que realicen a partir de ahora. Sólo habrá dos opciones, en función del contrato: las empresas aspirantes deberán desempeñar su trabajo en bilingüe (euskera y castellano) o «únicamente» en lengua vasca.
Estos requisitos serán «de obligado cumplimiento», según figura en el protocolo colgado ayer (sólo en euskera) en la web de la Diputación. Si las empresas los vulneran, los ayuntamientos se comprometen a aplicarles «sanciones» e incluso a rescindir el contrato.
La exigencia del euskera estará presente en todo tipo de contratos y en todos los ámbitos: la prestación del servicio, los trabajadores de la empresa -que deberán acreditar un elevado nivel de euskera: el B2 o el C1-, el «paisaje lingüístico» -los rótulos, avisos, señalizaciones, la megafonía y los folletos-, el software de los equipos, la atención a la ciudadanía y la relación con la administración.
La Diputación de Martin Garitano (Bildu) inició el camino en octubre, cuando adelantó que incluiría el requisito del euskera para «ciertas ayudas y contrataciones». Incluso, el actual lehendakari, Iñigo Urkullu (PNV), rechazó entonces esa política lingüística basada en «la imposición».
El criterio se extiende ahora a casi la mitad de los municipios guipuzcoanos. La mayoría, 32, está gobernada por Bildu, como Azpeitia, Mondragón, Hernani y Tolosa. Entre los cuatro restantes figuran Elgóibar, del PNV, y Éibar, del PSE.
El objetivo es la «normalización del euskera» y la garantía de los derechos lingüísticos de los ciudadanos, según expuso ayer el director foral de Euskera, Zigor Etxeburua. Etxeburua empleó el ejemplo de Cataluña para sostener que esa comunidad empezó «hace mucho tiempo» a trabajar con el catalán en las contrataciones públicas y que esa decisión ha contribuido mucho a la expansión de la lengua.
En esa línea, el protocolo guipuzcoano indica que el incumplimiento de estos requisitos tendrá «consecuencias» para las empresas mediante multas o ruptura del contrato. Los consistorios realizarán un «seguimiento continuo» a las empresas y elaborarán «fichas» al efecto.
El 49,9% de Guipúzcoa es bilingüe. Es el índice más alto de toda Euskadi. Exigir el euskera para la contratación pública pretende satisfacer a quienes quieren relacionarse en este idioma. Pero, al mismo tiempo, dificultará seriamente la concurrencia de las empresas no euskaldunes.
EL MUNDO 31/01/13