Bildu ha declarado la “guerra de símbolos” al Gobierno tras hacerse cargo del enorme poder municipal logrado en las elecciones del pasado 22 de mayo. La supresión de la bandera española en algunos ayuntamientos, la retirada del retrato del Rey en el consistorio de San Sebastián, la prohibición del ayuntamiento de Andoain para que los escoltas entren en las dependencias municipales, y la petición para que se limite la presencia policial y militar en el País Vasco han sido algunas de sus primeras, y polémicas, decisiones.
El vicepresidente y candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, aprovechó su visita ayer a Bilbao para recordar a la coalición abertzale que está obligada a cumplir “las reglas del juego democrático” si no quiere “pagarlo muy caro”, y el lehendakari Patxi López la advirtió de que el Gobierno “va a asegurar que se cumpla la legalidad”. Fuentes jurídicas dijeron a este diario que el Ejecutivo de Zapatero no esperaba que Bildu concurriese a los comicios municipales y forales con todas sus listas, ni que obtuviese unos resultados tan buenos, dos circunstancias que temen utilice el PP en su carrera hacia La Moncloa.
El primer incidente de esta “guerra de símbolos” tuvo lugar en el ayuntamiento guipuzcoano de Andoain, cuya alcaldesa, Ana Carrere, prohibió a los escoltas de los concejales del PSOE y del PP entrar en las dependencias municipales. Carrere justificó la decisión en que la seguridad de los ediles es responsabilidad del consistorio y de la policía municipal, lo que provocó las críticas de todos los partidos. Rubalcaba advirtió a la alcaldesa de que si no daba marcha atrás el Gobierno promovería los cambios legales necesarios y Carrere dio marcha atrás y ha convocado esta semana a los ediles afectados para solucionar el conflicto.
El alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, no ha prohibido a los escoltas entrar en el ayuntamiento como su compañera, pero ha retirado la bandera española y el cuadro con la imagen del rey que presidía el salón de plenos, justo encima del asiento del regidor, porque “no es representativo de la ciudad”. En su lugar colocará una pintura que el equipo de gobierno elegirá de entre los fondos artísticos del Museo de San Telmo.
Pello Urizar, secretario general de EA y portavoz de Bildu, respaldó la decisión del alcalde donostiarra, “aunque quizá pueda ser un delito”, y pidió que el gesto sea “asumido con normalidad” y sin “crispación”. Urizar afirmó que la ausencia de retratos del rey en ayuntamientos vascos y navarros es algo normal. “En muchos ayuntamientos –dijo- el retrato del rey no ha estado nunca”. La orden del alcalde contraviene el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales de 1986.
La respuesta fue en esta ocasión del ministro de Fomento, José Blanco, quien afirmó que el Ejecutivo obligará a Bildu a que cumpla la ley en materia de símbolos, ya sea en el caso del retrato del Rey como de la bandera española. “He de decir con toda claridad, para que me entienda todo el mundo, que las leyes están para ser cumplidas y, desde luego, el Gobierno obligará a que se cumplan”.
Menos presencia policial
Pello Urizar añadió ayer un nuevo gesto a la “guerra de símbolos” al reclamar que se reduzca la presencia policial y militar en el País Vasco. Urizar anunció que la coalición abertzale pondrá encima de la mesa su apuesta por eliminar del Cupo las partidas destinadas al Ejército, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y la Casa del Rey.
Rubalcaba respondió a Urizar subrayando que “si uno quiere que la Guardia Civil se vaya fuera del País Vasco y no tiene los votos para cambiar las leyes, la respuesta es no”. El vicepresidente y candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales advirtió a Bildu de que “si uno compromete una cosa y luego no lo hace lo paga muy caro”, en clara alusión a una hipotética futura ilegalización.“La credibilidad de Bildu disminuye cada día en el que no pide la disolución de ETA o en el que esta disolución no se produce”.
PSE, PP y PNV reclamaron el pasado viernes sin éxito al recién elegido diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, que pidiera públicamente la disolución de ETA. Socialistas y populares presentarán también en los ayuntamientos vascos mociones de condena de los asesinatos de la banda y a favor de su disolución para obligar a los concejales de Bildu a “mojarse”.
“La izquierda abertzale tardará un tiempo en desprenderse de algunos tics totalitarios. Sus excelentes resultados electorales no suponen que vayan a cambiar de la noche a la mañana –manifestó a este diario una fuente nacionalista-. Todo lleva su tiempo, y no es bueno que de cualquier gesto hagamos un drama. No se trata de consentir todo, sino de valorar los gestos en su justa medida para no crear un problema donde no lo hay”.
EL CONFIDENCIAL, 27/6/2011