EL CORREO 06/09/13
· El PP ve en el aplazamiento del foro «una oportunidad» para empezar de cero y el PSE insiste en exigir pasos explícitos.
A la espera de que los grupos parlamentarios concreten la nueva fecha de arranque de las sesiones de la ponencia de paz, que podría posponerse hasta principios de octubre según las fuentes consultadas, EH Bildu tiró ayer de su propia lógica para echar por tierra las exigencias del PSE para que asuma el denominado ‘suelo ético’ que socialistas, PNV, PP y los parlamentarios expulsados de Aralar pactaron la pasada legislatura como base del foro que debe sentar las bases de la paz definitiva y la convivencia futura. Precisamente, fue su antiguo compañero Dani Maeztu, el único de los cuatro que se mantuvo entonces en la disciplina de Aralar, quien, en nombre de la coalición abertzale, aplicó ayer el razonamiento deductivo. «Desde el momento en que EH Bildu participa en la ponencia», argumentó, «está asumiendo como punto de partida ese texto», en referencia a los mímimos democráticos acordados por el resto de fuerzas mayoritarias de la Cámara.
En una entrevista en Onda Vasca, Maeztu aseguró que su grupo parlamentario «no tiene problemas en reconocer lo que está pactado», pero matizó que, al no haber podido participar en el arranque original de la ponencia –la pasada legislatura la izquierda abertzale, aún ilegalizada, no tenía representación en la Cámara de Vitoria–, ha decidido «hacer sus aportaciones». Esas matizaciones consisten básicamente en la convicción de que el texto que en 2012 puso de acuerdo a 73 de 75 parlamentarios vascos está «muy centrado en la violencia de ETA» y adolece «de una perspectiva más global» sobre las «conculcaciones de derechos fundamentales». Con todo, Maeztu reconoció que «el mayor agente conculcador» ha sido la banda, si bien insistió en la conveniencia de «incluir otras vulneraciones», sin reparar en que en el Parlamento vasco ya se constituyó en su día una ponencia específica para víctimas de abusos policiales.
Precisamente, ése fue el motivo por el que, en marzo pasado, EH Bildu intentó que se votara troceado el ‘suelo ético’, en el que el Parlamento se reafirmó con los votos del PNV, PSE y PP. Finalmente, optó por abstenerse en la votación del texto, que exigía como premisas para la convivencia normalizada en Euskadi el reconocimiento de la injusticia de la violencia y del daño causado y la afirmación de la dignidad de las víctimas y su derecho a la reparación y la memoria.
Ayer, Maeztu negó «legitimidad» a los socialistas para pedirles nada y recordó que también Rodolfo Ares, consejero de Interior cuando sucedió el ‘caso Cabacas’, participa en la ponencia a pesar de que «mintió» sobre la carga policial. «O nos ponemos todos estupendos y exigimos suelos éticos y líneas infranqueables o salimos de nuestras trincheras y empezamos a aportar», apostilló.
Ese mandato parlamentario fechado en marzo, que Bildu no ha respaldado con su voto ni ha asumido de forma expresa a día de hoy, permitió desbloquear la constitución durante esta legislatura del foro parlamentario, del que el PP se descolgó sin cerrar del todo la puerta a su participación a la espera de que la izquierda abertzale diera pasos efectivos encaminados a reconocer el error histórico de haber justificado los crímenes de ETA. Es más, la presidenta de los populares vascos, Arantza Quiroga, lejos de pedir la disolución definitiva de la ponencia como hizo UPyD, saludó el posible aplazamiento del foro como una «nueva oportunidad» para que la ponencia regrese «a su punto de partida» y «todos» los grupos acepten los mínimos sobre los que se edificó.
Precisamente, ésa es la postura a la que se sumó el martes Patxi López, que anunció que los socialistas vascos abandonarán la ponencia de paz si la izquierda abertzale no asume el ‘suelo ético’. La posición de los socialistas sigue siendo básicamente la misma, aunque la han modulado sustancialmente al solicitar un aplazamiento que José Antonio Pastor ya había pedido al jeltzale Joseba Egibar el lunes, antes del tajante pronunciamiento de López.
El último resquicio
Es más que probable que el PNV acceda a retrasar el inicio de las sesiones –aún falta la negociación formal–, con la intención de que esa moratoria logre salvar la ponencia. En círculos políticos ha cundido la impresión de que el otoño será una etapa clave para la consolidación de la paz, un impulso del que la izquierda abertzale en ningún caso podría mantenerse al margen. Los socialistas, aun así, insisten en que no es suficiente con la asunción implícita de los principios inspiradores del foro, sino que EH Bildu debe reconocer «de forma inequívoca» el suelo ético.
El PSE cree que de nada sirve que la izquierda abertzale dé por aceptado el acuerdo si después, como sucedió en una reciente intervención parlamentaria de Laura Mintegi, sostiene que los asesinatos de ETA fueron «políticos». «Hemos querido agotar el último resquicio», explicó otra fuente socialista. En Radio Nacional, el dirigente alavés Txarli Prieto fue claro ayer al dejar sentado que EH Bildu «no tiene cabida» en la ponencia si no «cubre el recorrido de todos los demócratas».
El PNV, por su parte, cree que la coalición abertzale ha reconocido ya ‘de facto’ el texto base al «aceptar entrar» en la ponencia. Así lo dijo ayer la dirigente jeltzale Itxaso Atutxa, que reclamó «sosiego» y «reflexión» al PSE para no «dar al traste» con el camino recorrido en el seno de la ponencia.
EL CORREO 06/09/13