EL CORREO, 7/7/11
La coalición se niega a participar en la votación de un texto que salió adelante con el apoyo de PP y PSE y la abstención de PNV y EB
La izquierda abertzale optó ayer por echarse a un lado y no participar en la primera moción de condena a ETA y sus asesinatos impulsada por el PP en los ayuntamientos vascos. Los tres representantes de Bildu en el Consistorio de Ermua prefirieron no emitir ningún voto. Ni lo apoyaron, ni lo rechazaron, ni se abstuvieron. Simplemente, no votaron. El texto, consensuado finalmente por los populares con el PSE -ambos gobiernan en coalición-, salió adelante con el respaldo de estos dos partidos, que suman once concejales. Mientras, los dos ediles de PNV y el único de EB -cuyo grupo recibe el nombre de Ermuko Ezkerra-Coalición Izquierda Unida- se abstuvieron.
La moción, la primera en abordarse en el País Vasco, recordaba a «todas las víctimas del terrorismo, sin excepción, y a las víctimas del terror de ETA», se solicitaba «la condena, rechazo y repulsa a todos y cada uno de los 857 asesinatos perpetrados por la banda terrorista ETA» y se exigía la «disolución definitiva e incondicional de la banda terrorista ETA, así como la entrega de las armas y la puesta a disposición de la justicia de los miembros de la banda».
El portavoz de Bildu en el municipio, Iker Sáenz de Zaitegi, justificó la decisión de su grupo de no participar en la votación porque «la paz se conseguirá entre todos y todas, sin excepciones, trabajando juntos, hablando». En este sentido, instó al resto de partidos a entablar un debate en profundidad para «analizar entre todos y todas, sin exclusiones, lo que este Ayuntamiento puede aportar en el camino por la paz». «Nuestra disposición es total», asegura.
La coalición hizo público un texto alternativo, que no llegó a ser considerado por el Pleno, en el que abogan por, entre otras cuestiones, «construir un futuro basado en el respeto de todos los derechos, en la paz y en la normalización». Para los independientes de la izquierda abertzale, EA y Alternatiba hay, además, que buscar «una salida definitiva al tema de los presos», trabajar para «reconciliar a todas las víctimas de todos tipos de violencia» y promover la desaparición de «todo tipo de persecución y torturas». Bildu también exigió lo que califica de «imprescindible»: la legalización de la izquierda abertzale y que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y ETA «entablen negociaciones y den pasos para superar todas las violencias».
La postura de Bildu obtuvo los reproches de PSE y PP. El portavoz popular, Fernando Lecumberri, impulsor de la moción se mostró convencido de que el gesto que ayer realizó la izquierda abertzale en Ermua evidencia que «no tiene la voluntad de romper los vínculos con ETA-Batasuna». Y culpó a la coalición de intentar «socializar el olvido» y de tratar de poner «al mismo nivel a los presos de ETA y las víctimas», cuando, subrayó, «hay 857 muertos que no se pueden olvidar».
Reconocer el daño producido
Lecumberri, en este sentido, comparó a Bildu y su entrada en las instituciones con una vacuna. «Introducimos en nuestro cuerpo un elemento patógeno, es decir, una formación política que es incapaz de condenar el terrorismo, que comparte gran parte de los objetivos de una banda terrorista y ¿creemos que desaparecen los problemas en las instituciones?». El representante del PP aceptó que se plantearan toda clase de propuestas y debates, incluido el de la autodeterminación «pero condenando la violencia».
El alcalde, Carlos Totorika (PSE), aseguró que el escenario actual es fruto de «las movilizaciones populares, la presión policial, la política internacional y la Ley de Partidos» que «han debilitado» a la organización terrorista. El dirigente socialista también se preguntó por las «razones» por las que «Bildu no solicita la disolución inmediata» de ETA y por el momento en que la coalición «reconocerá el daño producido».
El PNV y EB se abstuvieron, aunque durante el debate condenaron todo tipo de violencia y se solidarizaron con las víctimas. Explicaron el sentido de su voto porque «esta moción no conduce a una reconciliación, que es lo que pide la sociedad». El representante de Ezker Batua intentó sin éxito, por otra parte, presentar una enmienda al texto de PP y PSE. Su propuesta no fue aceptada por estar fuera de plazo. EB pretendía que el Ayuntamiento reprobara tanto la violencia «de ETA como de otros grupos terroristas, como el GAL o el Batallón Vasco Español y también por parte del Estado durante la dictadura».
EL CORREO, 7/7/11