EL MUNDO 06/04/13
· Concederá el lunes la Medalla de Oro a Begoña Urroz, con retraso y sin publicidad.
El Gobierno de Bildu en San Sebastián llevará a cabo este lunes su primer homenaje a una víctima del terrorismo con la concesión de la Medalla de Oro de la ciudad a los familiares de Begoña Urroz, la niña de 22 meses asesinada por la explosión de una bomba colocada en una estación de tren en 1960 y que está reconocida como la primera víctima de ETA.
Lo hará el alcalde, Juan Karlos Izagirre, pero no por convicción sino porque se ha visto forzado por un mandato del Pleno, que en junio del pasado año aprobó, con los votos de la oposición, otorgar la máxima distinción de la ciudad a esta víctima. Es por esta obligación, y con un retraso de casi 10 meses desde que se aprobara el reconocimiento institucional, por lo que celebrará este reconocimiento de forma, además, prácticamente clandestina, con un acto privado en la sala de recepciones del Ayuntamiento, sin relevancia pública. La coalición abertzale no quiere darle ningún tipo de publicidad a un homenaje que en absoluto comparte.
De hecho, Izagirre fue muy crítico con la concesión de esta Medalla de Oro en el Pleno, donde se negó a condenar el asesinato de esta pequeña de 22 meses que falleció abrasada. El alcalde acusó a los grupos de «manipulación» y de «utilización política» por tratar de «desvirtuar» la historia al atribuir este asesinato a la banda terrorista cuando, según su versión, es achacable al grupo Directorio Ibérico de Liberación (DRIL).
Urroz no fue reconocida como víctima del terrorismo hasta el pasado año, en virtud de la Ley 29/2011 de Reconocimiento y Protección Integral de las Víctimas del Terrorismo, cuya aplicación le otorgó esta consideración, lo que llevó a los partidos de San Sebastián a solicitar que se le entregara la Medalla de Oro de la ciudad, como ya la tiene el resto de afectados por la violencia terrorista.
En enero de 2003, el Pleno del Consistorio acordó conceder esta distinción al conjunto de las víctimas del terrorismo y la violencia (se elevan a un centenar en la ciudad) «en su memoria y como muestra de solidaridad y reconocimiento». La pequeña de 22 meses abre así una macabra lista que ETA ha ido engordado con la sangre de más de 850 nombres en su medio siglo de actividad.
El alcalde se verá obligado, en contra de su criterio, a entregar esta distinción a los familiares, que estarán encabezados por la madre. Los allegados serán recibidos a las 19.00 horas en la entrada del Ayuntamiento por las autoridades -entre ellas los portavoces de los grupos-, y posteriormente se dirigirán a la sala de recepciones, donde Izagirre hará entrega de la Medalla de Oro en un acto sin medios de comunicación y sólo abierto al resto de corporativos.
El alcalde informó a los grupos de que el lunes cumplirá con el mandato del Pleno ayer, en la Comisión de Derechos Humanos, en la que el PP no participa.
El carácter secreto que ha dado Izagirre a este acto contrasta con el homenaje público, a bombo y platillo, que dispensó ayer el Gobierno municipal a los funcionarios represaliados durante el franquismo, para el que llamó a la banda de txistularis de la ciudad. Con este homenaje, al que acudieron todos los grupos municipales, el Ejecutivo de Bildu quiso saldar una «deuda histórica» con estos trabajadores, que contarán con una placa conmemorativa en el Ayuntamiento.
El forzado reconocimiento del lunes a una víctima del terrorismo, el primero que impulsa Bildu a nivel institucional, llega a punto de cumplirse el ecuador de mandato de la coalición abertzale en San Sebastián y sin que hasta la fecha Izagirre haya convocado un encuentro con las víctimas de ETA dentro del Foro Local de Víctimas.
En el Pleno que aprobó el galardón a Begoña Urroz, Bildu justificó su rechazo en que «no han recibido justicia y reparación algunos donostiarras muertos en las celdas de la Policía, a los que se les negó injustamente el derecho a la vida».
EL MUNDO 06/04/13