EL MUNDO – 07/07/15
· El nuevo alcalde ‘abertzale’ coloca la bandera de otra comunidad junto a las oficiales de España y Navarra.
El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron (EH Bildu), tomó ayer el relevo de los cuatro barbudos que, disfrazados, colgaron una enorme ikurriña en el chupinazo del año pasado frente a la fachada del Ayuntamiento y que fueron condenados en primera instancia a cinco meses de prisión por desórdenes públicos. El primer edil, elegido hace menos de un mes con los votos de EH Bildu, Geroa Bai, Aranzadi y Ezquerra-Izquierda, decidió incumplir la Ley de Símbolos de Navarra y colocó la bandera oficial del País Vasco junto a las de Navarra, España, Europa y Pamplona. Del balcón contiguo colgaba también una enseña griega colocada por varios concejales, completando un cuadro inédito en San Fermín.
Ayer mismo, la Delegación del Gobierno en Navarra presentó un recurso en el juzgado de lo contencioso-administrativo al entender que se vulneró la ley autonómica que establece qué banderas deben presidir las instituciones públicas. UPN, el PP y el Partido Socialista de Navarra rechazaron la decisión unilateral adoptada por el alcalde.
Joseba Asiron intentó responder con una débil triquiñuela legal a las críticas que ayer recibió nada más conocerse que había decidido ondear la ikurriña en la fachada del Consistorio de Pamplona durante el arranque de las fiestas de San Fermín. El alcalde había manifestado su intención de respetar la legalidad vigente, pero la colocación de un quinto mástil en la balconada principal ya anunciaba que la bandera oficial del País Vasco tendría un hueco avalado por la nueva mayoría abertzale que rige el Consistorio.
La Ley de Símbolos de Navarra de 2003 aprobada por el Parlamento foral deja claro en su artículo 6.3 que el uso público de la bandera de Navarra «excluye el uso conjunto y simultáneo de cualquier otra con ella», salvo que sean las de España, Europa y las de cada ayuntamiento.
El alcalde de Pamplona invitó a tres parlamentarias vascas de EH Bildu a una «visita institucional», como parte del ardid de presunta legalidad, ya que el artículo 8.3 de la norma foral dice que «extraordinariamente» se podrán colocar otras enseñas como «acto de cortesía» con «autoridades» del país, comunidad o institución local que hayan sido invitadas oficialmente y durante el tiempo en el que dure esta visita oficial.
El gesto de Asiron provocó el rechazo explícito del ex alcalde y ahora portavoz de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona, Enrique Maya, que denunció que el inicio festivo se hubiera realizado «imponiendo una bandera a todo el mundo». Un criterio compartido por la junta local del PP de Navarra, que hizo pública su «rotunda repulsa a la violación de la Ley de Símbolos» y reclamó su retirada inmediata. «Lamentamos profundamente que Bildu se dedique a dividir a los pamploneses mediante la politización de unas fiestas universales», señalaron desde el PP. Críticas que también fueron compartidas por el PSN, ya que su secretario de Organización, Santos Cerdán, calificó de «mala decisión» la utilización de la ikurriña por Asiron durante el chupinazo. «No es la bandera que une a los navarros, ni la que representa a todos», señaló el dirigente socialista tras la polémica.
El alcalde de Pamplona incurrió en contradicciones al ser emplazado a explicar la decisión adoptada. «No es la primera vez porque ya ondeó en la Transición», señaló inicialmente Asiron, sin mencionar que la Ley de Símbolos fue aprobada en 2003 y está vigente desde esa fecha. También llegó a alegar el desconocimiento de lo recogido en la ley navarra, aunque fue él quien invitó a las tres parlamentarias vascas de su partido con las que el Consistorio defenderá en los tribunales que representaban a «autoridades» del País Vasco. El alcalde fue más claro al calificar la ley navarra de «sectaria, pensada ex profeso para perseguir la ikurriña».
Además de EH Bildu, también Geroa Bai aplaudió la utilización de la bandera oficial de Euskadi. La futura presidenta de Navarra, Uxue Barkos –será investida con los votos de un cuatripartito el 20 de julio–, evitó polemizar minutos después de que su portavoz en el Ayuntamiento, Itziar Gómez, avalara la colocación de la ikurriña, porque «todas las sensibilidades tienen hoy (por ayer) su bandera en la que identificarse».
La colocación de la ikurriña constituyó el gesto de mayor tensión política en un chupinazo en el que se dieron vivas a San Fermín en castellano y en euskera por parte de los representantes del Orfeón Pamplonés y de los fundadores de la peña La Veleta en el arranque de nueve días de enorme intensidad festiva.
EL MUNDO – 07/07/15