Borja Sémper: «EH Bildu cree que cualquiera que discrepe con ellos es un fascista»

Entrevista a BORJA SÉMPER / Portavoz del PP vasco, EL CORREO 08/10/13

 

Borja Semper
Borja Sémper

«Cuando me insultaron sentí pena. Supuso un momento de vuelta al pasado»

Advierte que el Parlamento «no puede ser una taberna en la que se insulte» e insta al PNV a superar su «vértigo» a enfrentarse a la izquierda abertzale.

El portavoz del PP vasco se ha convertido estos días en el centro de los focos después de que la izquierda abertzale le tildará de «fascista». Primero, en el Parlamento vasco y, después, por boca del portavoz de Sortu, Pernando Barrena. En un ambiente caldeado por la operación policial contra Herrira, Borja Sémper se muestra tranquilo. «Todos sabemos cómo se las gastan», expresa. Ahora bien, sí echa en falta una mayor contundencia por parte del PNV, pero también del PSE, en defensa de unos mínimos éticos. «No todo vale; EH Bildu no puede tener barra libre», remarca.

– ¿Qué sintió cuando le llamaron fascista?

– Sentí pena. Supuso un momento de vuelta al pasado, de ver que Bildu quiere dar pasos en democracia insultando. Y al final no es por mí, porque la izquierda abertzale me ha llamado fascista y cosas peores, sino por la imagen de debilidad que proyecta el Parlamento vasco.

– Pernando Barrena dijo que «no era insultar sino describir su comportamiento». Criticó que, a su entender, usted dijera que «el Estado va a derrotar las ideas legítimas del independentismo».

– No fue así. Bildu tiene un problema de adaptación democrática. Y es que cree que cualquiera que discrepe con ellos es un fascista, lo que nos sitúa en planetas diferentes. Yo lo que dije en el Parlamento fue que el Estado de Derecho y la sociedad vasca habíamos derrotado a ETA y que también iba a ser el Estado de Derecho el que iba a derrotar el proyecto totalitario de la banda. Eso a quienes se niegan a censurar la historia de ETA, les molesta. Pero aquí hablamos de una escalada: primero señalan, me llaman fascista, luego falangista y acaban por encartelar la sede del PP en Gipuzkoa con panfletos de los presos. Todos sabemos cómo se las gasta la izquierda abertzale. Lo que nos debe importar es cómo reaccionamos los demás.

– Desde su partido acusaron a la presidenta del Parlamento de actuar con «pasividad» por no intervenir. Dijo no haber escuchado el insulto.

– Puedo aceptar la falta de reflejos, pero en la grabación de la sesión plenaria se oye perfectamente que me llamó fascista. Por eso, en frío, lo que echo de menos es una respuesta contundente de la Mesa y de la presidenta para que el Parlamento no se convierta en una taberna en la que se permitan insultos. Bildu no tiene barra libre.

– ¿Habló con Tejeria en privado?

– Sí, y acepto sus explicaciones. Pero lo que no acepto es la inacción.

– Ustedes identificaron a Hasier Arraiz como el parlamentario que profirió el insulto en el pleno.

– Estoy convencido de que fue él. Aunque aquí hablamos de una actitud generalizada de EH Bildu.

– ¿Resulta más grave por el hecho de que sea el presidente de Sortu?

– Es especialmente grave por ser el presidente de Sortu y por hacerlo de tapadillo, con cobardía.

– ¿Cree que se le abrirá un expediente sancionador?

– No le veo al PNV haciendo eso. Me encantaría poder decir lo contrario y me comeré mis palabras si es así, pero lo dudo. Prefiere aceptar el agravio al PP que corregir a EH Bildu.

– Usted ha advertido al PNV que «no se puede ir de la mano con alguien que no condena el uso de la violencia con fines políticos». ¿Cree que la formación jeltzale está cediendo para contentar a la izquierda abertzale?

– El PNV defiende una teoría, y es que para que ‘normalicemos’ Euskadi los demócratas, en lugar de atraer a Bildu, tenemos que retroceder para que se sientan cómodos. Pero ese no es el orden de los factores. Es la izquierda abertzale la que tiene que acomodarse al Estado de Derecho.

«Ni un cruce de miradas»

– La polémica vino caldeada por la operación policial contra Herrira. ¿Qué opinión le merece este hecho?

– En Euskadi somos expertos en valorar las decisiones judiciales y la consiguiente acción policial según nos convenga. A la izquierda abertzale le gustó la decisión judicial que le permitió presentarse a las elecciones o la libertad para Bolinaga, pero no la de Herrira. También hago otra reflexión: Herrira es una organización que está creada y destinada a controlar al colectivos de presos en función de los intereses de ETA y a homenajear a los reclusos cuando salen de la cárcel. ¿Qué pensaríamos de una organización que celebrara homenajes a violadores? No lo toleraríamos.

– El lehendakari calificó la operación como un «nuevo obstáculo para la paz».

– Lamento esas declaraciones. El lehendakari lo que tiene que hacer es defender la aplicación del Estado de Derecho y sus declaraciones a lo que responden es al vértigo que siente a enfrentarse a Bildu. Yo creo que esa actitud es un error, porque si siguen por ahí, la izquierda abertzale se los va a comer por las patas.

– ¿Cuál es su relación personal con los representantes de EH Bildu?

– Por mi forma de ser, nunca he tenido una relación especialmente negativa, ni buena tampoco. Es cierto que los representantes de EA y Aralar son diferentes a los de la izquierda abertzale, y he de decir que con los últimos mi relación ha sido inexistente. Pero de la inexistencia voy a pasar al desprecio político. Yo nunca insultaría ni provocaría un linchamiento público porque dijesen algo que no me gusta. Está claro que no han evolucionado ni han entendido de qué va esto de la democracia. El último reducto que nos queda del franquismo en Euskadi es ETA y eso es una losa que pesa sobre ellos.

– ¿Nadie de EH Bildu se ha dirigido a usted tras el incidente?

– No. Si no rectifican a través de unas disculpas o una enmienda, yo no voy a tener ni un cruce de miradas.

– No quisieron estar en la ponencia de paz con EH Bildu, pero ahora compartirán mesa con ellos en la ponencia sobre el Instituto de la Memoria. ¿No resulta contradictorio?

– No. En la ponencia de paz lo que dijimos es que la izquierda abertzale iba a intentar a hablar de presos. El iInstituto de la Memoria es diferentes porque ahí hay un revisionismo histórico. Nosotros estamos a favor de condenar el franquismo y los errores del Estado de Derecho, pero no de mezclar todo para justificar los atentados de ETA.

– Todos los partidos han exigido sin éxito que la izquierda abertzale haga autocrítica. Esta negativa constante y el reciente comunicado de ETA, en el que no reniega de su pasado, ¿hacen que ese paso se perciba cada vez más lejano?

– Ese paso solo llegará cuando los demás estemos unidos. Cuando nos enrocamos es cuando la izquierda abertzale se hincha y se regodea.

– Estos días la hipótesis de la ilegalización de Sortu ha vuelto a ponerse sobre la mesa. ¿Contempla esa posibilidad?

– No lo veo en la agenda. La ley es muy clara y no depende de una voluntad política, sino de unas pruebas, y eso es cosa de la izquierda abertzale. Si continúan en esa involución, son ellos los que se van a meter en un agujero. Pero, insisto, no lo veo en la agenda.

Entrevista a BORJA SÉMPER / Portavoz del PP vasco, EL CORREO 08/10/13