EDURNE URIARTE, ABC 13/08/13
· Que eso no, que te pueden llamar de todo, pero no patriota español.
BRAVUCONADAS, bravatas y aspavientos, así se llama desde la izquierda a toda posición dura y exigente de España como nación. En este caso, aplicado a Gibraltar por PSOE e IU, y mejor no hablamos de Amaiur, por ejemplo, que se ha ido al Peñón a apoyar a Picardo. Pero da igual el conflicto internacional y si España tiene razón o no o si sus intereses son atacados. La sustancia del debate no está para la izquierda en el contenido del conflicto sino en el sujeto del conflicto que es España actuando como nación y enfrentándose a otra nación.
Pasó lo mismo con Perejil. También entonces la respuesta les pareció desproporcionada, pero se escudaron en lo que tildaron como una ridícula operación militar. Y digo se escudaron porque entonces como ahora se percibe cierta incomodidad en una parte de la izquierda, en el socialismo, que sigue huyendo del patriotismo pero busca excusas para justificar su miedo a la identificación con la nación española. De ahí que no se le entienda en su posición en este último conflicto, y critique duramente al Gobierno, por un lado, pero diga que apoya la reclamación de soberanía, por otro.
Con lo fácil que es el asunto, tanto por los bloques de hormigón lanzados por Gibraltar como por la constante ocupación de metros de tierra española que no le corresponden en el Tratado de Utrech como por el descaro del paraíso fiscal y el contrabando. Asuntos todos los cuales deberían causar una ola de indignación a nuestro progresismo. Pero nada de eso. Ni siquiera se acuerdan en este caso de la ONU, y eso sí que es extraordinario, que la ONU, guía espiritual del progresismo español, ni sea mentada para recordar su resolución de descolonización de Gibraltar de fines de los sesenta.
Y tanta laxitud para con los bloques de hormigón, la ocupación de tierras, el contrabando, los paraísos fiscales y los incumplimientos de resoluciones de Naciones Unidas con el objetivo principal de ponerse de perfil en un conflicto que toca a la nación. Y en el que te pueden confundir con un patriota español, he ahí la cuestión. Que eso no, que te pueden llamar de todo, pero no patriota español.
Conviene leerse y guardarse una entrevista a Eduardo Madina (El País, 6 de agosto de 2013), podría ser el nuevo líder del PSOE, dicen, como exponente perfecto de todo lo anterior. Madina va a dejar en nada aquello de la «nación discutida y discutible» de Zapatero. Él tiene sus grandes convicciones, el Athletic de Bilbao, sobre todo «cuando uno es de Bilbao, no elige al Athletic, el Athletic le elige a uno, eso también es teología, creemos en el Athletic y ya está». Pero le preguntan por la nación española y sólo sabe que es Eduardo Madina y « hay mañanas que me cuesta llegar a serlo», «porque ya estamos en un tiempo posnacional».
Por lo que si alguien intenta ocupar algún metro del nuevo San Mamés o destrozar el campo con unos bloques de hormigón, Madina reaccionará como un tigre. Pero si se trata de España, bastante tiene con levantarse por la mañana y llegar a ser él mismo, que eso de la identidad es cosa muy complicada.
EDURNE URIARTE, ABC 13/08/13