Los especialistas en resolución de conflictos fueron recibidos fríamente por los políticos.
No hubo alfombra roja para el abogado sudafricano Brian Currin llegado el lunes a Bilbao para presentar su “grupo internacional de contacto” formado por cinco especialistas en resolución de conflictos armados. Los principales partidos reaccionaron rápidamente a sus declaraciones de comienzos de la semana. El presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Iñigo Urkullu, comenzó por recordar que el grupo Currin no deberá sustituir a los partidos que “estarán en el corazón de un futuro proceso de paz”. Poco o mucho, la posición compartida por el Partido Socialista de Euskadi (PSE) e Izquierda Unida (EB) es que el grupo no debe jugar un papel activo.
En palabras del presidente del Partido Popular (PP), Antonio Basagoiti, las personalidades reunidas por Brian Currin no son más que “mercenarios” a los que aconseja que “busquen un verdadero conflicto que oponga dos verdaderos campos y que tenga víctimas de una y otra parte.” Según la portavoz del gobierno vasco, Idoia Mendia, no aporta “ningún valor añadido” y nadie le ha acreditado. Por el contrario, en el lado de la izquierda abertzale la acogida ha sido evidentemente positiva porque el “facilitador” Currin ha contribuido ampliamente a mover las líneas de la izquierda abertzale prohibida en España.
Sin petición para ETA
Rodeado por los tres miembros del grupo (el suizo Pierre Hazan, la irlandesa Nuala O’Loan y el británico Raymond Kendall), el martes precisó que una de las recurrentes expectativas manifestadas por sus interlocutores vascos (reunidos a lo largo de 2010) se refería al eventual papel de un grupo de especialistas en un futuro proceso de paz.
Conviene advertir que la baronesa Nuala O’Loan y Raymond Kendall (ex – secretario general de la Interpol) ya habían participado en el proceso de paz iniciado por la tregua 2005-2006, y posteriormente mantuvieron contacto con Batasuna (y posiblemente con ETA) después de la ruptura de la tregua de 2006. Hoy el grupo de contacto quiere conseguir la legalización de Sortu, nuevo partido que rechaza la violencia de ETA (1), y una reforma de la política penitenciaria española.
Brian Currin dice no tener (al menos por ahora) una solicitud especial que formular a ETA. Según sus palabras, la verificación del alto el fuego no estará asegurada sin duda por el grupo de contacto con el que el gobierno español no tiene intención de reunirse de inmediato. No obstante, el miércoles Brian Currin pronunciaba una conferencia sobre la cuestión vasca en el parlamento británico de Westminster. Una primicia en Londres. Y muchas incertitudes en el lado español.
(1) El sábado en Bilbao, manifestación a favor de la legalización de Sortu.
Sud Ouest (Francia), 18/2/2011