Tonia Etxarri-El Correo
El efecto arrastre de las elecciones legislativas ha consolidado la victoria del Partido Socialista de Pedro Sánchez que enfocó la cita de comicios locales, autonómicos y europeos como una segunda vuelta. La primera, el 28 de abril, espoleando el miedo a la derecha, le funcionó. El PSOE se ha impuesto holgadamente gracias, entre otras cosas, al desfonde de Podemos. Ya había ganado la partida a la derecha en las elecciones generales pero Sánchez ha seguido abonado a la misma baza. Y el fraccionamiento de la misma, tan perdida en su pugna por el liderazgo en la oposición, ha hecho el resto. Tanto Pablo Casado como Albert Rivera, aferrados al reclamo anti soberanista catalán, no han logrado movilizar el voto. Ni siquiera las argucias de la nueva presidenta del Congreso, Meritxell Batet, a la hora de hacer cumplir la legalidad con los diputados en prisión provisional han provocado un efecto de indignación que pudiera traducirse en un voto de castigo. Todo lo contrario.
El PP se ha llevado un varapalo, aunque ha recuperado votos de Vox. Y sobre todo está en condiciones de volver a gobernar la comunidad de Madrid, que era la gran esperanza de Pablo Casado para mantener el bastión de su partido y en donde confeccionó las listas a su imagen y conveniencia. Que Ciudadanos no haya logrado hacerle el ‘sorpasso’ por el que ha pujado Albert Rivera les sirve además para sobrellevar la bajada en votos.
Los populistas han sido los perdedores de estas elecciones. Su desplome deja al descubierto el gran fracaso de Pablo Iglesias. Su campaña contra Amancio Ortega por sus donativos para combatir el cáncer terminó por ahuyentar a muchos votantes que han vuelto al PSOE. Iglesias pierde influencia y margen para reclamar ministerios en el futuro gobierno de Sánchez.
Los electores fueron a votar concejales, junteros y diputados sabiendo quién va a gobernar en España, aunque nadie sepa aún cómo va a hacerlo. Lo que parece claro es que Sánchez ya no dependerá tanto de los independentistas. Pero ERC hará valer sus magníficos resultados.