Carlos Urquijo: «Pido confianza a las víctimas, hacemos todo lo que se puede»

ABC 02/12/13

· El Ejecutivo asume y comparte la indignación social por la excarcelación de etarras, pero reitera que se debe a las «reglas» del Estado de Derecho

Ilegalización de Batasuna «Trabajamos en el filo de la navaja. El Gobierno debe actuar con la cabeza y no con el corazón o las tripas» Carlos Urquijo (Llodio, Álava. 1964) es el delegado del Gibierno en el País Vasco y no oculta su «frustración» e «impotencia» por no poder atajar los homenajes a etarras excarcelados. Con el Estatuto vasco en la mano, asume que «la Policía y la Guardia civil están atadas de pies y manos» y denuncia que la Ertzaintza «no está a la altura» por culpa del PNV. El Gobierno, admite, no puede más que seguir denunciando al fiscal los actos de enaltecimiento del terrorismo.

P—¿Son inevitables los homenajes a ETA?¿Por qué se siguen dando?
R—No son inevitables y desde luego no deben quedar impunes. ¿Qué se puede hacer? Eso lo tendría que responder mejor la consejera (vasca) de Seguridad porque la competencia de seguridad ciudadana no es nuestra. ¡Qué más si pudiéramos nosotros actuar! Pero el Estatuto de Guernica distribuye competencias. Estaría muy bien que la consejera, además de reclamar el repliegue de los cuerpos de seguridad, demostrara a través de la actuación de la Ertzaintza su compromiso con el cumplimiento de la ley y con las víctimas.

P—¿Duda del compromiso de la Ertzaintza para atajar los homenajes?
R—No lo pongo en duda. Pero la velocidad se demuestra andando. Y hasta la fecha ha habido seis homenajes en los que, al menos como policía uniformada, la Ertzaintza no ha estado.

P—Pero dado que hablamos de delitos relacionados con el terrorismo, competencia de la Audiencia Nacional, ¿no pueden intervenir la Policía o la Guardia Civil?
R—En el artículo 17 del Estatuto está la clave. Pueden intervenir en situaciones excepcionales y a requerimiento del Gobierno vasco. Pero no tendría sentido porque la Ertzaintza dispone de 8.000 agentes, reclama su condi- ción de policía integral y tiene la in- formación para atajar. O si no, poner r elementos suficientes ante la Justicia. . No pueden asegurar desconocimien- to. Otra cosa es que haya mayor o me- nor celo político en el control.

P—Esa misma crítica de falta de con- tundencia la soporta el Gobierno del l PP, con críticas incluso de dirigentes s del propio PP…
R—Le digo, y que no se interprete como o una bilbainada, que si yo tuviera la competencia en materia de seguridad ciudadana, que tengan todos la absoluta seguridad de que tampoco me hubieran durado ni un minuto (los cohetes de recibimiento a presos). Hubieran tenido la respuesta policial adecuada y eso hubiera facilitado el reproche penal. La Policía y la Guardia Civil están atadas de pies y manos.

P—¿Le frustra no poder actuar?
R—Por qué no reconocerlo, tienes una sensación de impotencia. Sobre todo resulta más frustrante cuando compruebo que quien tiene que hacerlo no lo hace. Estoy seguro de que los agentes (ertzainas) están deseando intervenir para evitar esta situación, porque también las han padecido personalmente, y no pueden hacer nada. Es cuestión de voluntad política.

P—¿Se puede esperar un castigo penal a los participantes en homenajes?
R—No es de esperar, es que se debe demandar. Porque es delito.

P—¿Pero de qué sirven las denuncias, como el homenaje a Thierry, si luego no hay reproche penal?
R—Ya… bueno… Es que en un Estado democrático hay un reparto de funciones y el poder judicial debe hacer su trabajo. Yo cumplo con el mío.

P—¿Qué relación tiene con el fiscal vasco, Calparsoro? ¿Está a la altura?
R—Mi relación institucional es correcta, respeto sus decisiones, pero sobre determinadas resoluciones… estoy en las antípodas. Por ejemplo, que no vea delito en la participación de Arraiz y Ugarteburu (parlamentarios de Bildu) en el homenaje a Thierry. También discrepo de algunas manifestaciones…

P—¿Qué mensaje manda a víctimas?
R—El Gobierno está haciendo todo lo que está en su mano para reparar una situación que no deseábamos, que ha traído la sentencia de Estrasburgo, y que estamos obligados a cumplir. Como respetamos y aplaudimos cuando ese mismo tribunal nos dio la razón al ilegalizar HB. Tratamos de evitar que quienes se han burlado de España sean beneficiarios de ayudas públicas, subsidios e indemnizaciones. Demandar otra actuación… Puedo entenderlo desde la indignación de las víctimas, pero estamos en un Estado de Derecho.

P—Asistimos a un rebrote de kale borroka. ¿Qué lectura hace?
R—No ha habido una conversión sincera a la democracia de quienes han dado confort político a una banda terrorista. Al final, la cabra tira al monte.

P—No sólo no condenan. Sortu reivindica su pasado. ¿Hasta cuándo así?
R—Trabajamos en el filo de la navaja. Somos muy conscientes de las dificultades que entraña un procedimiento de ilegalización sin garantías. Entiendo que desde la indignación social se ddemande. Pero el Gobierno debe ser mmucho más serio. Debe actuar con la cacabeza y no con el corazón o las tripas.

P— ¿Tiene la percepción de que Bildu goza de barra libre?
R— Esa es la grandeza y la servidumbre dde la democracia, ¿no? Que la libertad dde expresión es difícil limitarla. Entitiendo a las víctimas, pero les pido confifianza en el Gobierno del PP porque eestamos haciendo todo aquello que ppodemos. Quizá no todo lo que nos gustaría hacer, pero es que en un Estado de Derecho hay reglas y el Gobierno tiene que trabajar respetándolas.