LIBERTAD DIGITAL 16/06/15
· En rueda de prensa, el autor de los tuits ofensivos, dice que no deja el acta de edil. Tan sólo abandona el área de Cultura.
Abandona el área de cultura pero no dejará de ser concejal. Ni dos días después de convertirse en edil de la capital, y tras una larga reunión en la sede del Ayuntamiento con Manuela Carmena, la polémica por sus tuits ofensivos ha hecho que Guillermo Zapata presente su dimisión como concejal de Cultura, pero no ha dejado su acta, y la alcaldesa lo ha aceptado.
Una decisión que se conocía a primera hora de la tarde y que él mismo ha confirmado en una rueda de prensa en la que ha indicado que, a partir de ahora, se encargará de «trabajar» en el distrito de Fuencarral-El Pardo. En esta comparecencia no estaba Manuela Carmena pero sí le ha acompañado Javier Barbero, concejal de Seguridad del nuevo Ayuntamiento, al que ha presentado como un «experto en tratamiento de las víctimas».
Zapata ha abandonado la concejalía de Cultura porque, según ha afirmado, el debate sobre esos tuits injuriosos «se circunscribe» a ese área y «podrían afectar de manera muy profunda» a sus tareas como responsable de esa concejalía, por lo que ha decidido quitarse de «en medio». «Me produce pena, porque creo que podría haber sido un buen concejal de cultura, pero no angustia porque estoy en un proyecto que tiene capacidad de sobra para sacarlo adelante», ha añadido.
Aunque ha precisado que «nadie me ha invitado a marcharme«. «Esto es un proyecto colectivo, el protagonismo de uno no puede ponerse por encima del de los demás. No se puede sobreponer a las medidas urgentes que está tomando este Gobierno para paliar los problemas de la ciudad», ha apostillado.
Aunque tan sólo ha abandonado el área, Zapata ha argumentado que «el momento histórico es importante» y considerado su «responsabilidad histórica». Y se ha justificado afirmando que sus comentarios se habían «descontextualizado» y que ya «había pedido perdón» al padre de Marta del Castillo y que hará lo propio con las personas y colectivos que han podido sentirse «dolidas» por sus mensajes, «en especial a la comunidad judía», a los que enviará cartas de perdón.
Por otro lado, preguntado por los escraches, en los que participó antes de ser elegido edil, ha señalado que «no pueden defenderse siendo concejal», porque «tienen otras herramientas», pero los ha defendido para los demás ciudadanos.
Tuits ofensivos
El 31 de enero de 2011 Zapata escribió en Twitter un comentario que decía: «Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero». Zapata también escribió este otro se los que hoy ha calificado como «chistes» en 2011: «Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcaser para que no vaya Irene Villa a por repuestos«.
Tras esta polémica, Zapata ya había mostrado este lunes por la mañana que no descartaba dimitir como concejal de Cultura «si es lo más adecuado para que esas personas dejen de sufrir» y para que cese «la tormenta mediática desatada».
Manuela Carmena, por su parte, también mostraba esta voluntad en una entrevista con Efe en la que indicaba que «la visión sobre el humor negro» del edil quizás aconsejaba que «pueda tener otras tareas» que no sean «las de responsable de Cultura».