Una oportunidad inesperada

EL MUNDO – 17/06/15 – VICTORIA PREGO

· Se van apagando las luces y el escenario va quedando vacío. Sólo permanece una figura, la de ella, que termina de recitar su último soliloquio y sabe que ya no le espera nada más que hacer mutis por el foro. Eso fue lo que ayer sucedió en torno a Esperanza Aguirre. Su carrera política dentro del PP ha terminado, ayer hizo su última intervención relevante y ya no puede esperar nada más. Anunció que no se presentará a su reelección como presidenta del partido en Madrid, pero ella sabe que no había ninguna posibilidad de que su posible candidatura hubiera tenido éxito.

Luchadora como es, y altiva, lanzó un órdago final al presidente Rajoy sabiendo que el suyo era un gesto inútil: el congreso regional del PP madrileño se celebrará cuando todos los demás, después de las generales, no antes. Y a partir de aquí, el partido queda abierto en canal en la plaza más importante en la que los populares se van a mantener en el poder. Sólo que no es la única en la que el PP ha quedado descabezado. Por eso, dados los múltiples agujeros que se le han abierto a esta formación en todo el país, la ocasión para renovar y ventilar profundamente sus filas es la óptima. Rajoy necesita sustituir a tantos líderes regionales que se han echado a un lado después de haber ganado sus respectivas elecciones y de haber perdido a continuación el poder, que es el momento, aunque sea obligado por las circunstancias, de acometer en serio la tarea.

El PP necesita poner en pie un partido distinto al existente hasta hoy y que esté en condiciones de emplear los meses que quedan hasta las generales para intentar dar la batalla por la victoria. No lo tiene tan difícil porque lo sucedido con los pactos cerrados entre el PSOE, su gran competidor por el Gobierno, y las plataformas, mareas y demás denominaciones montadas por Podemos, le facilitan las cosas de cara a sus antiguos electores. Y eso es así, aunque los partidos alternativos que se han hecho con el poder se guardarán muy mucho de tomar medidas escandalosas antes de los comicios de noviembre que puedan espantar a los más templados de sus votantes del 24-M. Pero la desconfianza del electorado conservador ante el paisaje que ha quedado dibujado en ayuntamientos y comunidades le ofrece a Rajoy una oportunidad inesperada que debería aprovechar a fondo y, desde luego, no con retoques de manicura.

Por lo demás, lo que ha hecho Ciudadanos sobre el PP de La Rioja es un abuso intolerable. Pedro Sanz no está imputado en ninguna causa y se presentó a las elecciones con la intención de seguir al frente del Gobierno, cosa que los electores han respaldado con sus votos. Pero a los de Rivera no les gusta que se permanezca en el poder más allá de ocho años y han impuesto su salida. Y eso no es regeneración, eso es directamente un chantaje.