ABC 07/08/15
· El Gobierno quiere «quitar gravedad» a la posibilidad de introducir cambios en la Carta Magna tras la experiencia acumulada desde 1978
Han pasado 37 años desde que se aprobó la Constitución; tiempo suficiente para que se introduzcan en ella mejoras derivadas de la experiencia adquirida. Con esta base argumental, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, abrió la puerta ayer a que el Gobierno realice reformas puntuales de la Carta Magna. No son una prioridad, puntualizan en su entorno, pero hay que «romper el tabú» sobre la cuestión, «quitarle gravedad».
Catalá, en entrevista a Europa Press, aproximó aún más el «zoom» y se mostró dispuesto a modificar la ley de leyes en aspectos muy concretos y puntuales. Y entre ellos, citó la delimitación de las competencias autonómicas, o la preferencia del hombre sobre la mujer en la sucesión a la Corona. Casos, puntualizan fuentes del ministerio, muy claros y concretos, frente a quienes desde otros partidos políticos como PSOE o Ciudadanos proponen cambios «sin decir cuál es su modelo». «Hace falta más concreción para abrir algo tan importante como es el esqueleto de nuestra norma fundamental de convivencia», asegura el ministro Catalá en la entrevista.
Mejor coordinación
La idea del titular de Justicia se basa en la experiencia acumulada en los 37 años de aplicación de la Constitución. En este tiempo, entiende el ministro, hay algunos artículos que tenían una naturaleza «meramente transitoria», como los relativos a cómo se accedía a la autonomía, que «ya no es necesario mantener en esos términos» por razones que resultan obvias.
En relación con las competencias autonómicas, el ministro Catalá las pone también como ejemplo de ref or ma que convendría introducir, para «definir mejor cuáles son las competencias del Estado y cuáles las de las comunidades autónomas», y «ver cómo se refuerzan los mecanismos de coordinación y cooperación». Siempre, apuntan de nuevo en Justicia, sin «redefinirlas ni quitar a nadie ninguna competencia».
El tiempo pasado desde que se aprobó la Constitución española, en 1978, puede dar, a juicio del ministro, el suficiente «poso» como para poder hacer «una reflexión tranquila, razonable, fruto de la experiencia de 37 años de convivencia que llevaría a un planteamiento de reforma de la Constitución, sin duda», pero «alejado de eslóganes» y centrado en «soluciones concretas encaminadas a reforzar el entramado institucional de la Constitución».
Modelo consolidado
Las reacciones a sus palabras no se hicieron esperar. Desde el PP, llegaron por boca de la presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, partidaria del Estado de las Autonomías, por estar «absolutamente consolidado», frente a quienes «defienden modelos federales» desde otros partidos políticos .
Cifuentes no se niega al diálogo: es partidaria de «abrir debates», en este campo como en otros. Pero aclara: «La Constitución, en el momento en que se abra para plantear su reforma, es importante saber dónde se quiere llegar». Un mensaje coincidente con el del propio Catalá, que advierte sobre las propuestas en este sentido de otros partidos, que no son concretas. «Ciudadanos no nos dice cuál es su modelo», y el PSOE propone «un Estado federal asimétrico», mientras otras formaciones «proponen revisar la Transición», algo que él rechaza.