José Antonio Zarzalejos- El Confidencial
Cinco libros sobre Cataluña iluminan su realidad: los de Fernando Sabater, Eduardo Mendoza, Ignacio Camacho, el último inédito de Josep Pla y el “panfleto” de Jordi Amat
Hay libros que iluminan la realidad –en este caso la política- de una manera especial. En relación con lo que sucede en Cataluña cinco publicaciones breves, concisas, periodísticas, están teniendo un gran éxito editorial. La crisis catalana hastía, cansa y confunde, pero también preocupa por su dimensión y consecuencias.
Fernando Savater ha escrito lo que él denomina un “libelo” bajo el rotundo título de ‘Contra el separatismo’ (Ariel). El filósofo es implacable y niega la legitimidad a los separatistas que distingue de los nacionalistas. Con éstos se puede convivir, dice, pero a aquellos hay que combatirlos.
La crisis catalana hastía, cansa y confunde, pero también preocupa por su dimensión y consecuencias
Eduardo Mendoza, nuestro Premio Cervantes, se pregunta en un opúsculo ‘¿Qué está pasando en Cataluña?’ (Seix Barral), y sus respuestas son breves y sosegadas pero agudas y esclarecedoras. Probablemente ofrece explicaciones muy básicas pero necesarias a sucesos ininteligibles para la mayoría de los ciudadanos.
La editorial Destino ha publicado el último inédito de Josep Pla bajo el título de ‘Hacerse todas las ilusiones posibles y otras notas dispersas’. Reencontrarse con el prosista catalán seguramente más importante del siglo XX y leer la extraordinaria dureza con la que juzga a España y, en particular, a la idiosincrasia de los catalanes, constituye, en estos momentos, una impertinencia que muchos juzgaran inoportuna. Algunas páginas de esta obra (220) dan la impresión de haber sido escritas ayer y lo fueron hace décadas.
Ignacio Camacho, uno de los mejores columnistas de nuestro país, publica en Almuzara ‘Cataluña, la herida de España’. Son análisis recopilados que adquieren la trabazón de una narrativa brillante a la que nos tiene tan acostumbrados el gran periodista de `ABC´.
Pero siendo los cuatro títulos anteriores de obligada referencia, un quinto merece una particular atención. Se trata del “panfleto” –así lo califica el autor- de Jordi Amat titulado ‘La conjura de los irresponsables’. Amat es un hombre joven, filólogo, historiador, articulista y editor. Militante también en un catalanismo en ocasiones fronterizo con el nacionalismo. Sin embargo es un intelectual que embrida las emociones y logra equilibrarlas con deducciones frías de la realidad.
Amat es un hombre joven, filólogo, historiador, articulista y editor. Militante también en un catalanismo fronterizo a veces con el nacionalismo
Esta “Conjura de los irresponsables” es una crónica, un relato breve (107 páginas, editado por Nuevos Cuadernos de Anagrama) que se lee con facilidad aunque exige un cierto conocimiento previo de la vida pública de Cataluña de los últimos años y algunas nociones de la transición española. No es un «panfleto» que pueda recabar unanimidades ni su autor lo pretende.
En pocas palabras Amat dice muchas cosas y algunas muy serias. “El ‘procés’ -escribe- sobre todo ha sido un relato, demasiado a menudo desmentido por los hechos (…) que ha terminado por adquirir la estructura de un drama con el desenlace inquietantemente abierto”. El propósito del texto resulta claro desde las primeras líneas: “Esta crónica quiere ser la descripción de una cadena de conductas políticas que si nos han llevado hasta aquí –hasta el colapso del sistema- forzosamente se han caracterizado por la irresponsabilidad”.
Una irresponsabilidad, añado, que se desgrana puntualmente en el librito y que atañe a unos y a otros. Amat es duro con Madrid, con el Estado, con España, dejándose llevar en exceso por esa inercia tan catalanista del síndrome de incomprensión que le hace escribir a Pla que los “catalanes nunca están contentos”. Pero lo es también con el proceso soberanista y con sus protagonistas.
Jordi Amat diagnostica bien el origen del tsunami independentista y llega a algunas conclusiones interesantes por autocríticas. Cuando sostiene que la puesta en marcha del Estatuto de 2006 “estuvo diezmada por una legitimidad demasiado frágil”; cuando acusa a la narrativa separatista de flirtear “con la posverdad” creando “una falsa sensación de consenso”; cuando niega que existiese “un mandato democrático” tras las anteriores elecciones catalanas de 2015. O, en fin, cuando afirma que “la dinámica del ‘procés’ ha imposibilitado siempre la rectificación realista porque en el fondo ha escogido siempre una soterrada competición por el liderazgo”.
Jordi Amat diagnostica bien el origen del tsunami independentista y llega a algunas conclusiones interesantes por autocríticas
Amat reconoce la humillación al Rey el 26 de agosto en Barcelona, pero critica con acritud a Felipe VI por su intervención el 3 de octubre pasado. Se refiere al artículo 155 de la Constitución como a “un monstruo” admitiendo que en la DUI del 27 de octubre no había “nada sólido”. En definitiva, este catalán fronterizo de afectos y pertenencias, aplica, quizás dolorosamente, un análisis que congela los sentimientos y compone una buena pieza de relato histórico inmediato que no gustará enteramente a nadie.
El gran acierto del ensayo es basar su diagnóstico en la irresponsabilidad de unos “conjurados” que nos han llevado a un terreno pantanoso por el que jamás debimos transitar. Culpas compartidas, no equivalentes. La equidistancia es rechazable porque es ambigua; lo que vale es la ecuanimidad y la honradez intelectual. En ese perímetro se mueve Amat en un libro, que como los anteriores, es bueno leer, para entender lo que pasará el jueves en Cataluña.