Cataluña ya es el problema

EL CORREO 12/09/13
ALBERTO AYALA

El soberanismo aprovecha la Diada para internacionalizar sus demandas y meter presión a Rajoy con una multitudinaria e histórica cadena humana por la independencia

El nacionalismo catalán logró ayer el doble objetivo que se había trazado para la Diada 2013. Sacar a la calle a cientos de miles de personas y convertirlos en protagonistas de un acto singular, una monumental cadena humana de 400 kilómetros, pensada para captar la atención mundial e internacionalizar así sus pretensiones secesionistas. Y, con ello, meter presión a Rajoy. Convencerle de que en este caso la habitual estrategia del presidente del Gobierno español de dejar que los problemas se pudran no va a terminar con el contencioso.

El 11 de septiembre más secesionista revela crecientes fisuras en la sociedad civil y retrata las diferencias internas en PSC y Unió

El 11 de septiembre amaneció lluvioso en la Ciudad Condal, algo totalmente inusual. Ello deslució un tanto la tradicional ofrenda de flores ante la estatua de Rafael Casanova –la máxima autoridad política y militar de Barcelona durante el asedio de la ciudad por las tropas borbónicas en el siglo XVIII, convertido en el gran icono del catalanismo– así como el posterior acto cívico que cada año organiza el Parlament en el Parque de la Ciutadella.
El panorama cambió radicalmente minutos antes de las 17.14 horas, el momento elegido por los organizadores, la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), un movimiento social que ejerce a modo de vanguardia del independentismo, para materializar la cadena en recuerdo del año en que Felipe V conquistó la capital catalana tras catorce meses de asedio. Unos tímidos rayos de sol saludaron a los cientos de miles de personas que enlazaron sus manos en una monumental fila de 400 kilómetros que unió el territorio catalán de Norte a Sur, de la frontera francesa a la muga con la Comunidad Valenciana. Las estrofas del himno ‘Els Segadors’ e insistentes gritos de ‘Independencia’ y de ‘Visca Catalunya Lliure’ (Viva Cataluña Libre) completaron un acto que se vivió en un clima familiar y festivo.

Salto cualitativo
El problema catalán ya figuraba en la agenda política española. Especialmente desde la multitudinaria manifestación que recorrió Barcelona con motivo de la Diada 2012, la mayor que ha conocido la ciudad. La demostración de fuerza realizada ayer por el soberanismo ha logrado instalarlo en la primera línea de la primera página. Amén de que muchos ciudadanos europeos y americanos habrán reparado por primera vez en el problema cuando vieron anoche en sus televisores las imágenes de la cadena humana o esta mañana cuando lean las crónicas de los numerosos corresponsales extranjeros desplazados para seguir sobre el terreno la Diada 2013.
Unos corresponsales a los que el president Artur Mas –que no se sumó a la Vía Catalana, como ya había anticipado, aunque sí lo hicieron la mayoría de los consejeros de su Gobierno y su esposa– dedicó ayer un buen rato, pese a su apretada agenda, para incidir en la internacionalización del conflicto catalán. El mensaje, el mismo que el líder convergente viene lanzando desde hace tiempo. Si tantos catalanes reclaman el derecho a decidir –la palabra independencia sigue fuera de su diccionario– es porque España no les trata como se merecen. Amén de la promesa de no cejar en la vía dialogada con Madrid hasta que autorice una consulta en 2014.
El presidente Rajoy tiene ahora la palabra. Y, pese a la línea de diálogo que se ha abierto entre Moncloa y el Palau de la Generalitat tras la entrevista secreta que ambos presidentes mantuvieron hace escasos días en Madrid, el acercamiento no parece sencillo. Más bien todo lo contrario.
CiU aspira a que Rajoy tolere una consulta en la segunda mitad del próximo año convocada al amparo de la ley autonómica que en breve aprobará el Parlament. La pregunta, que sus socios de ERC exigen sea clara, que se pueda responder con un sí o un no, no sería si se está a favor o en contra de la independencia; simplemente si se respalda o no que el Govern abra negociaciones con Madrid en esa dirección.

Alternativas
Si el Gobierno español mantiene su negativa, solo le quedarían dos caminos a Mas y a la cúpula convergente. O ir a unas elecciones anticipadas de tipo plebiscitario con carácter inmediato o posponerlas hasta 2016 y agotar así la legislatura. CiU descarta la primera opción porque pondría en bandeja el triunfo en las urnas de los republicanos. En tal supuesto, bastante probable por otra parte, tratarían de aguantar dos años a ver si mejora la situación económica y con ello sus perspectivas electorales. En este caso precisarían apoyos en el Parlament, posiblemente el de un PSC al que las encuestas colocan en caída libre, lo mismo que al PP.
El pulso no va a resultar sencillo para nadie. Mientras, la eclosión soberanista empieza a tener consecuencias. Cada vez son más perceptibles las primeras fisuras en la sociedad civil. A la vez que se encrespan las relaciones interpartidarias y quedan más de relieve las diferencias internas en algunas formaciones, de forma singular en el PSC y en Unió Democrática.
Como ejemplo, apenas un par de datos. Hace ya unos años que el PP y Ciutadans no participan en la ofrenda floral a Casanovas (los segundos no han ido nunca). Ayer tampoco acudieron al acto institucional del Parque de la Ciutadella y protagonizaron sendos actos en favor de la españolidad del Principado. El líder de Unió, Durán i Lleida, un nacionalista confederalista que rechaza la secesión de Cataluña, no estuvo en la cadena humana. Sí acudieron otros muchos cuadros del partido. Otro tanto volvió a ocurrir con los socialistas en donde las divergencias entre sectores son tan profundas que la Cataluña política da por hecha la escisión más pronto que tarde.
El nacionalismo vasco estuvo en Cataluña. La representación oficial del PNV, formada por Andoni Ortuzar y Joseba Aurrekoetxea, participó en todos los actos institucionales de la mano de Mas y CiU. Pero además viajó hasta Barcelona una nutrida representación guipuzcoana, encabezada por Egibar, Olano, Goia y Arrizabalaga, que se retrató frente a la Generalitat con una ikurriña y una senyera estelada, la independentista, según la imagen que se difundió en Twitter. EH Bildu llevó una delegación mayor, con Pello Urizar y Xabier Mikel Errekondo, que participó en todos los actos del día, incluida la cadena humana en la que se vieron, sobre todo en el arranque en la plaza de Cataluña, numerosas ikurriñas.
Ambas formaciones siguen sin saber con quien concurrirán a las europeas de 2014. CiU insiste en tratar de convencer a ERC para ir juntos en una candidatura en la que la sociedad civil tendría un importante peso. Su misión: colocar el problema catalán en la agenda de la Unión Europea.