EL MUNDO 26/08/13
El partido considera que quedaría legitimada con una participación de más del 50%
Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) tiene tan claro que la consulta se acabará celebrando que ya ha empezado a sentar las bases para justificar políticamente su resultado. El secretario de organización del partido, Josep Rull, explicó ayer que la futura ley de consultas que prepara la Generalitat para aprobarla entre octubre y noviembre próximo en el Parlamento, tendrá en cuenta un censo totalmente distinto al electoral, ya que incluiría a los mayores de 16 años así como a los ciudadanos de la UE y de los países que forman parte del espacio Schengen que estén empadronados en Cataluña.
Además, el dirigente de CDC, que participa en la redacción de esta futura ley, explicó que se está estudiando si la normativa incorpora algún criterio más para poder votar con un período mínimo de residencia, la situación de los catalanes que viven en el extranjero y si se incluye en el censo a ciudadanos extracomunitarios que no se han empadronado en Cataluña, pero que «tienen cierto arraigo», destacó.
Según explicó Rull en una entrevista a Europa Press, el Govern baraja utilizar esta ley de consultas para convocar un referéndum de autodeterminación si el Estado no lo autoriza. La otra opción que se tiene en cuenta es convocar unas elecciones plebiscitarias que giren sobre la independencia de Cataluña. Además, Rull afirmó que el texto de la ley de consultas «será plenamente constitucional» y no podrá ser anulado por el Tribunal Constitucional (TC) en caso de ser recurrido.
Pese a esto, el dirigente nacionalista afirmó que la prioridad de su partido es celebrar un referéndum pactado con el Gobierno de Mariano Rajoy, aunque también dejó claro que «lo importante es que haya mucha participación, sea cual sea el instrumento que se use, y que haya una mayoría sólida».
El secretario de organización de CDC, Josep Rull, cifró en más del 50% la participación necesaria en la consulta sobre la autodeterminación de Cataluña para que logre «reconocimiento internacional y legitimidad interna». También recordó que la actual ley española no fija un mínimo de participación, y que el referéndum de 2005 sobre la Constitución Europea se validó con un 42% de votos. Pese a esto, destacó que una consulta de las características de la catalana requiere una participación superior al 50%.
«Más allá de lo que digan las leyes españolas y la jurisprudencia internacional, consideramos que para lograr el reconocimiento internacional y, sobre todo, la legitimidad interna, hace falta una participación que sea aceptable; y una participación aceptable es la que supere el 50%», destacó Rull.
No es la primera vez que CiU habla sobre una hipotética participación en este posible referéndum. En junio pasado, la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, defendió que para no ser cuestionada y tener legitimidad la participación en la consulta debería ser similar a la obtenida en las elecciones catalanas de 2012, que fue de un 68%.
Sobre la pregunta que se debería realizar en esta hipotética consulta, Rull explicó que prefiere una fórmula similar a la del informe presentado por el Consell Assessor per a la Transició Nacional que se inclinaba por una cuestión directa sobre el voto favorable o no al hecho de que Cataluña sea independiente.
El secretario de CDC defendió también que la pregunta contenga el concepto de «Estado», aunque subrayó que debe ser el presidente de la Generalitat, Artur Mas, buscando el consenso entre los grupos políticos, quien decida el contenido de la cuestión a preguntar y la fecha de la consulta.