ABC – 17/06/17
· Interior reconoce que no se da el «clima de confianza» para reunir la Junta de Seguridad.
En plena escalada del proceso soberanista, los Mossos d’Esquadra se convierten en un nuevo elemento de confrontación entre la Generalitat y el Gobierno. El consejero de Interior catalán, Jordi Jané, compareció ayer para, de manera airada, denunciar lo que deslizó que podría ser «un castigo político» en materia de seguridad hacia la administración autonómica. En este sentido, Jané denunció que Hacienda ha remitido un requerimiento a la Generalitat advirtiendo de que solo puede ofertar 50 nuevas plazas de Mossos, atendiendo a la tasa de reposición, frente a la voluntad de convocar 500 por parte de la consejería de Interior.
Para Jané, estas plazas son «imprescindibles». «Exijo que se nos deje convocar estas 500 nuevas plazas. Por razones de seguridad, no podemos dejar de hacer esta convocatoria», apuntó Jané, que recordó que en 2006 se acordó con el Estado alcanzar una dotación total de 18.267 agentes de los Mossos, pero sólo se ha llegado a superar ligeramente la cifra de 17.000.
Lectura política
Tanto desde la consejería de Interior como desde los sindicatos de los Mossos se recuerda que la policía autonómica ha tenido que desviar muchos recursos a combatir la amenaza yihadista –se estima que sobre el 30% de las horas de patrullaje se destinan a esta misión– con lo que el déficit de plantilla aún se nota más. Jordi Jané y Carles Puigdemont
Desde el Gobierno, por contra, se señala que la negativa a ampliar la plantilla de los Mossos no tiene una lectura política, y que simplemente se cumple con lo que establecen los Presupupuestos Generales del Estado con respecto a la tasa de reposición de los trabajadores públicos. La Generalitat estudiará la manera de seguir adelante con la convocatoria pese a todo.
Al margen de la polémica sobre la ampliación de la plantilla, la Generalitat también denuncia que el Gobierno se niega a convocar la Junta de Seguridad, que no se reúne desde 2009. En este sentido, el hecho de que el Gobierno sí convocase esta semana la citada junta en el País Vasco, y además se acordase integrar a la Ertzaintza en los foros policiales estatales y en las bases de datos de Europol –una reivindicación histórica de los Mossos–, se ha leído en la Generalitat como un castigo a la administración autonómica. Jané, en esta misma línea, denunció que el ministro José Ignacio Zoido no le devuelve las llamadas.
Fuentes del Gobierno consultadas por ABC reconocieron que no hay un problema con el consejero Jané –al contrario, se valora su predisposición–, sino con el Gobierno catalán en su conjunto. El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, reconoció a Efe que la convocatoria de la Junta de Seguridad de Cataluña requiere un «clima de entendimiento y de confianza» que no se da en estos momentos por el reto soberanista. Nieto reconoció que si solo dependiera de Jané, ese clima ya existiría.
Cs y el PSC lamentaron que la falta de colaboración y el clima generado por el soberanisno afecte a un asunto tan sensible como el de los Mossos, y reclamaron que se convoque ya la Junta de Seguridad.
ABC – 17/06/17