EL PAÍS 10/06/14
· Mas trata de reconducir la crisis abierta por el líder de Unió para no dañar la consulta del 9-N
· Dirigentes de Convergència relativizan la marcha del diputado
Convergència i Unió ya prepara su futuro sin Josep Antoni Duran en primera línea del frente. Acostumbrados a los tira y aflojas del líder de Unió y a sus frecuentes amenazas de romper la baraja, muchos dirigentes de Convergència se tomaron inicialmente con precaución la noticia de la retirada del portavoz de CiU en el Congreso. Este lunes, sin embargo, el partido de Artur Mas optó por darle absoluta credibilidad a la marcha de Duran, a dotarla de una pátina de normalidad e incluso la presentó como algo positivo y alejado de cualquier dramatismo. Eso sí, el presidente catalán está intentando que Duran reconsidere su posición para evitar la imagen de ruptura a cinco meses escasos del 9 de noviembre, fecha prevista para la consulta soberanista.
Duran continuó ayer optando por el silencio, después de trascender su intención de abandonar la secretaría general de Convergència i Unió para distanciarse de la hoja de ruta soberanista de Convergència y, especialmente, de Esquerra Republicana. Quienes sí hablaron, pese a ser festivo en Barcelona, fueron dos consejeros del Gobierno catalán, ambos de Convergència Democràtica. Y lo hicieron para dejar claro que poco o nada va a cambiar si Duran decide irse.
La consejera de Enseñanza, Irene Rigau, con fuerte ascendente sobre las bases soberanistas del partido, restó importancia a la renuncia de Duran y aseguró que la federación nacionalista tiene “fortaleza para adaptarse a los nuevos tiempos”. En este sentido, subrayó que CiU se enfrentó y “superó” un momento tan trascendente como la retirada de Jordi Pujol.
Otro consejero de Convergència, Santi Vila, titular del departamento de Territorio, destacó el “papel importante” de Duran y defendió que si el democristiano acaba dejando la secretaría general conviene que el grupo parlamentario de CiU en el Congreso tenga “un liderazgo fuerte y perfectamente alineado” con el proceso soberanista que lidera Artur Mas. Vila destacó que Duran lleva “décadas en primera línea”, un argumento que suelen utilizar los detractores del democristiano. Además, relativizó la marcha de este: “Incluso el Santo Padre cambia, cambian los reyes, y cambian también los liderazgos en los grandes partidos. Por lo tanto, en algún momento dado también es lógico que haya liderazgos que cesen en su actividad y aspiren a tener otras funciones”.
Las palabras de Santi Vila, considerado el más moderado de los consejeros de la Generalitat, dan fe del gran enfado que hay en CDC con el portazo de Duran. Varios dirigentes consultados entienden que la situación se hace insostenible y abogan por una salida ordenada del secretario general de la federación. Otras fuentes de CiU, sin embargo, insisten en que Artur Mas está intentando e intentará hasta el último momento que Duran siga en su puesto y no continúe trasladando a la opinión pública la actual imagen de división. Se trataría, explican estas fuentes, de que Duran siga, como mínimo, hasta el 9 de noviembre, cuando la Generalitat deberá decidir si convoca elecciones anticipadas, en el previsible escenario de que la consulta soberanista no pueda celebrarse. Lo último que quiere Mas es que a las dificultades que ya tiene por la rotunda oposición del Gobierno central a la consulta se le sume ahora un frente interno.
La indiferencia que mostró Convergència Democràtica contrasta con la gravedad que dan al asunto los dos principales partidos nacionales, que lamentan la probable pérdida de una de las pocas figuras del nacionalismo catalán que no está por la ruptura con el resto de España.
El portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, consideró, en declaraciones a Europa Press, que el culpable de una posible ruptura de la coalición CiU no será Josep Antoni Duran, sino su máximo responsable y presidente de la Generalitat, Artur Mas, y que sería “una lástima” que se fuera el primero y se quedara el segundo. “Creo que la culpa no sería de él [Duran], sino de quien está provocando esa deriva independentista, que es Mas. Quien tiene que reflexionar aquí, sobre todo, es Mas”, enfatizó Hernando.
El secretario de Organización del PSOE, Óscar López, se refirió a Duran como un “aliado” de los que, como los socialistas, fomentan el diálogo como forma de resolver el problema de Cataluña. Recordó que esa posición aboga por hacer “reformas” que permitan que los catalanes y el resto de los españoles puedan “seguir viviendo juntos” y que, dado que el PSOE va a mantenerla, considera que “cuantos más aliados haya en esa posición, mucho mejor”.
Duran solo movió ficha ayer para aclarar el sentido del voto de CiU en la votación de mañana en el Congreso sobre la ley de abdicación del Rey. El portavoz nacionalista negó que con la anunciada abstención esté rompiendo su sentido de Estado y atribuyó esta postura al injusto trato dado a Cataluña por el propio Estado. En un artículo en La Vanguardia, aseguró que el debate político sobre este proyecto de ley está distorsionado “por unos y otros”, y criticó que PP y PSOE hayan excluido a CiU de una cuestión de Estado como ésta, a pesar de que la vicepresidenta, Soraya Sáinz de Santamaría, le informara del contenido de la ley.