CiU y ERC se conjuran para afirmar la solidez de su pacto

EL MUNDO 29/03/13

· Mas informó a Junqueras «correctamente», pero a toro pasado.

Ni amante despechada ni recelos por el encuentro furtivo. La reacción de ERC a la reunión secreta en La Moncloa entre Mariano Rajoy y Artur Mas ha sido, al menos de cara al público, de templada comprensión hacia una cita que, según se encargaron de acentuar ayer republicanos y convergentes, no debería dañar el acuerdo de estabilidad que mantienen en el Parlament.

Así lo señaló ayer la secretaria general de ERC, Marta Rovira, quien tras admitir en los micrófonos de Catalunya Ràdio que su formación no estaba «al corriente» del encuentro político, el mismo no tiene por qué generar «ninguna duda al pacto de estabilidad» que mantienen con CiU. Mayor empaque le dio a su relación política el portavoz de CiU en el Parlament, Jordi Turull, quien tras asegurar que ERC contará con toda la información del encuentro, aseguró que ambos partidos siguen «de manera exquisita la hoja de ruta» que se marcaron. Es decir, rumbo hacia la consulta soberanista.

No todas las opiniones coinciden en apreciar un panorama tan idílico entre las dos fuerzas aliadas. Ni siquiera dentro de la propia CiU. De hecho, uno de los primeros en apuntar la posibilidad de un alejamiento por parte de ERC fue el líder de Unió, Duran Lleida, que no ve claro el apoyo de los republicanos a unos Presupuestos que comportarán recortes millonarios y a los que considera obcecados en sus objetivos independentistas. Tampoco en ICV ponen la mano en el fuego por la solidez del acuerdo. En Iniciativa advierten «discrepancias» dentro del Govern, entre CDC y Unió, y entre la federación y ERC.

En el PSC también hay quienes no ven claro el pacto CiU-ERC justo cuando el Gobierno de Mas está a punto de cumplir 100 días al frente de la Generalitat. Por ejemplo, para Carme Chacón, existe una parte de Convergència «más sensata» que empieza a ver que con la estrategia seguida hasta ahora sólo se está «engordando» a ERC. Si esta parte impone sus tesis, la ruptura será una realidad.

No obstante, Mas se mantiene por ahora firme en el bando de los que apuestan por la consulta. Al fin y al cabo, como señala Chacón, a él le va en ello su «supervivencia política».

Para salvaguardar, precisamente, el acuerdo entre CiU y ERC que garantiza su presidencia, fue el mismo Artur Mas quien se reunió -también en secreto- con el líder de los republicanos, Oriol Junqueras, horas antes de que se filtrara a los medios su conversación con Rajoy.

Según desveló ayer Alfred Bosch, portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, su formación fue informada «de forma correcta» [eso sí, siempre después de la cita en Moncloa], por lo que aseguró que no albergan «ningún tipo de desconfianza». En todo caso, los republicanos independentistas señalaron por boca de su portavoz que «ERC no habría actuado así».

Sobre el contenido de la reunión, Esquerra ofreció su propia lectura sobre la posibilidad de que se flexibilice el déficit de Cataluña. Según Bosch, «Rajoy indicó [a Mas] que no hay vasos comunicantes» entre la deuda catalana y el proceso soberanista, por lo que consideran que el Gobierno no puede poner como condición frenar la senda independentista a cambio de un mejor trato fiscal. No obstante, aseguró que se mantendrán alerta por si el Ejecutivo central «tiene la tentación de vincularlo todo (…) y diluir la voluntad del pueblo de Cataluña».

En Moncloa rechazaban ayer proporcionar detalles del encuentro. Tampoco se avenían a confirmar la supuesta frase de Rajoy sobre los «vasos comunicantes». Simplemente señalaban que para el presidente sólo uno de los dos asuntos planteados por la Generalitat ofrece posibilidades de diálogo y entendimiento y ése es el que hace referencia a la situación financiera de Cataluña. La cuestión soberanista, sencillamente, se sitúa al margen de la legalidad.

EL MUNDO 29/03/13