ABC – 17/10/15
· La Constitución no obliga al Monarca a proponer al candidato más votado.
· La emergencia de Ciudadanos está amenazando la aritmética del bipartidismo y abriendo la puerta a una situación inédita en la historia de la democracia: que el Rey tenga que elegir entre proponer como candidato a presidente del Gobierno al más votado en las elecciones o al más apoyado por los partidos.
La formación naranja reconoce a ABC que está dispuesta a superar el «formalismo» de tener que proponer al Rey a un candidato que no sea el más votado. El partido de Rivera considera que debe gobernar quien sea capaz de articular una mayoría parlamentaria, y no necesariamente el más votado. Aunque sí aceptan que debe ser el partido más votado el que lleve la iniciativa de las negociaciones.
Hasta ahora, en los pactos municipales y autonómicos su estrategia ha pasado por pactar con el líder que reciba mayor respaldo en las urnas. En Ciudadanos insisten en que esta tesis es válida quede quien quede primero y sea quien sea el segundo. De cara a las generales, casi todas las encuestas apuntan a que esa condición la ostentará Mariano Rajoy. Sin embargo, la figura del actual presidente del Gobierno despierta muchos recelos en las filas naranjas, que consideran que su tiempo político está agotado y que no es la persona adecuada para llevar a cabo las reformas y acuerdos que se necesitarán en la próxima legislatura.
Situación inédita
Ante la creciente probabilidad de no llegar a un acuerdo, no descarta negociar con el PSOE para otorgar su apoyo a Pedro Sánchez aunque no gane las elecciones, y hacerlo ante Felipe VI para que lo proponga como candidato ante el Congreso. Este paso es crucial y puede hacer historia en España, ya que la Constitución en su artículo 99 establece que será el Rey, «previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria y a través del presidente del Congreso», quien proponga un candidato a la Presidencia del Gobierno.
En la primera votación, este aspirante deberá recibir el respaldo del Parlamento por mayoría absoluta –la mitad de los votos más uno, esto es, 176 a favor– para poder convertirse en inquilino de La Moncloa. De no conseguir esta confianza, la votación volverá a repetirse a las 48 horas y el candidato ya sólo necesitará mayoría simple –más votos a favor que en contra– para alzarse con el título. Hasta ahora, este mecanismo no ha generado disyuntiva alguna, pues, aunque el artículo 99 de la Constitución no especifica más, el Rey proponía como candidato al líder más votado en las urnas, sin problema alguno, porque el segundo y el tercer candidatos, juntos, nunca han sumado mayoría absoluta.
Sin embargo, el escenario que apuntan las encuestas es que Rajoy gane las elecciones, aunque solo por mayoría simple, perdiendo la mayoría absoluta que ostenta ahora mismo el PP en el Congreso. Y si se cumplen las previsiones más optimistas del PSOE (130 diputados) y Ciudadanos (50), ambas formaciones juntas sí alcanzarían la mayoría absoluta.
Sin la intervención de Ciudadanos ante el Rey, el actual presidente del Gobierno podría repetir aunque ningún otro grupo le apoyara: valdría con pactar algunas abstenciones. Pero si la formación de Albert Rivera decide apoyar al PSOE ante Felipe VI, los juristas coinciden en que el Rey tendrá que proponer como candidato no al líder más votado, sino al que cuente con más apoyos para la investidura. Esto es, podría darse la posibilidad de que el ganador de las elecciones ni siquiera tuviera la opción de presentarse como candidato a presidente ante el Congreso. Esta posibilidad está alimentando aún más el nerviosismo de los populares, a la vista de que Ciudadanos está mostrando mayor sintonía en las últimas fechas con el PSOE.
ABC – 17/10/15